Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:
Kurt Tucholsky, en su libro “Vida nueva”, cuando el protagonista
está escribiendo las promesas para el nuevo año, pone en boca de un murciélago
que pasaba por ahí la siguiente observación:
“¡Ya veremos! El próximo año por estas fechas volveré a dar
otra pasada”
Loa americanos conciben la “Bucket List” como una lista de
cosas que hay que hacer antes de morir
No hay nada que defina mejor esta idea que la maravillosa
película “Ahora o nunca” ( traducción en español del título original, “The
Bucket list” ), que recomiendo entusiásticamente, no ya solo por el argumento
en sí sino también por la impactante actuación de dos monstruos como Jack
Nicholson y Morgan Freeman
Es una Bucket List hecha a lo grande
Este año voy a sugerir hacerla basándome en otro espíritu
totalmente diferente, a la japonesa
En otros mails he hablado de la decisiva influencia que
tuvieron en mi trayectoria profesional un par de ingenieros de Kawasaki Heavy
Industries (durante mi época una compañía de soporte LEAN que habían creado
entre PwC y Kawasaki) : Nagaro y Sugiyama me hicieron cambiar por completo casi
todas las creencias que yo había recibido de dos multinacionales a las que, por
otro lado, les tengo un enorme cariño, General Motors y Thyssen
Solo una puntualización profesional a lo que acabo de decir:
como siempre me ha gustado ser integrador y no excluyente, los japoneses “me
pusieron unas gafas de cazar despilfarros” que cambiaron por completo mi forma
de ver las mejoras, pero sigo teniendo en la mochila todas las soluciones que
aprendí durante dos experiencias únicas:
-Asistir, dentro de la Ingeniería de Fabricación, al
nacimiento y puesta en marcha de una maravilla técnica como fue la fábrica de
automóviles que hizo General Motors en Figueruelas
-Poner en marcha, ya en Thyssen, el mayor complejo logístico
de aquel momento en España, el Almacén Central de Repuestos de Renfe, en
Villaverde
Pero hoy no quiero hablar de eso, sino de lo que aprendí de
mis queridos amigos Nagaro Y Sugiyama como personas, y de lo que me enseñaron
de su país, no solo ellos dos sino todos los demás japoneses que venían para
dar soportes puntuales a determinados Proyectos de PwC
Conviví mucho con ellos dos, fuimos a muchas fábricas
juntos, a hacer diagnósticos LEAN
Durante las noches en esos hoteles de todas partes,
hablábamos mucho de Japón, primero porque a mí me interesaba bastante penetrar
en una cultura tan original, y, sobre todo, porque sentían mucha nostalgia de
su tierra
Lo primero que tengo que decir es que los japoneses son como
seres de otro planeta, y voy a poner un ejemplo bastante significativo; cuando,
hace pocos años, sufrieron ese tsunami tan devastador, en medio de las ruinas
de un ciudad destruida, con las fachadas de los supermercados rotas y los
alimentos a la vista, aparecían imágenes de colas enormes de personas, perfectamente
formadas, esperando su turno de ayuda, durante horas…….podían hacer rapiña de
todo lo que estaba a la vista y sin protección,………pero no se movía ni uno de la
cola: decidme en qué otro país del mundo, en el Este o en el Oeste, puede
pasar algo parecido
En fin, todo ese tiempo juntos da para muchas anécdotas, de
las que hablaré en otro escrito. La que por estas fechas recuerdo siempre es
cuando nos invitaban, a toda mi familia, incluidos mis padres y suegros ( por
petición expresa de ellos, había que llevar a nuestros mayores ) para
celebrar el año nuevo, a la embajada de Japón a comer Mochi, un pastelito
de arroz japonés que como no andes con un poco de cuidado y tengas agua a mano,
se te puede atragantar ( que es lo que le pasó a mi suegra ) y hace que pases
un mal rato…….!!!eso te ocurre solo la primera vez, claro!!!
Pero bueno, anécdotas deliciosas aparte, hoy me quiero
concentrar en cómo un japonés haría su Bucket List; lo primero que tengo que
decir es que se basarían en esa afirmación que todos conocemos del Gran Libro
del Tao: “Un viaje de mil millas comienza por un pequeño paso”
A partir de ahí, y basándome en mis experiencias con los
japoneses que he conocido, creo que escribirían una lista de pequeñas cosas,
basadas en realizar acciones pequeñas, resolver problemas pequeños y disfrutar
de momentos pequeños……….lo que sí estoy seguro es que lo harían de forma
constante, cada día, con esa famosa disciplina japonesa de perseguir la
perfección de forma sistemática
Robert Maurer es psicólogo clínico, director del programa de
ciencias del comportamiento en el Centro Médico de UCLA Santa Mónica y miembro
del claustro de la Facultad de Medicina de UCLA.
Robert ha escrito un libro prodigioso donde los haya,
titulado: “Un pequeño paso puede cambiar tu vida ( el método Kaizen )”
Antes de hacer la Bucket List del 2018, os aconsejo que lo
leáis
La Coach Viki Morandeira lo explica de manera perfecta en su
blog:
Los siguientes párrafos están sacados del blog de Viki, que
resume perfectamente lo que dice Robert en su libro:
“Según Robert Maurer, en su
libro "El camino del Kaizen", los seis pasos son”:
- Hacernos preguntas
pequeñas
- Tener pensamientos
pequeños
- Realizar acciones
pequeñas
- Resolver problemas
pequeños
- Conceder premios
pequeños
- Reconocer los momentos
pequeños
¿Por qué pequeños? Si muchas veces nos dicen que hay que
pensar en grande, que hay que tener grandes sueños, que hay que hacer acciones
a gran escala....??
Bien, como a muchos nos ocurre, el enfrentarnos a un gran reto puede provocarnos parálisis. Cuando vemos una meta demasiado grande, en lugar de empezar por tomar pequeñas acciones, que nos llevarán hacia ella, nuestra mente, se asusta y nos impide tomar ninguna acción.
Por eso es tan importante ahora mismo implementar el Kaizen en todos los ámbitos de nuestra vida.
1.Preguntas pequeñas:
Bien, como a muchos nos ocurre, el enfrentarnos a un gran reto puede provocarnos parálisis. Cuando vemos una meta demasiado grande, en lugar de empezar por tomar pequeñas acciones, que nos llevarán hacia ella, nuestra mente, se asusta y nos impide tomar ninguna acción.
Por eso es tan importante ahora mismo implementar el Kaizen en todos los ámbitos de nuestra vida.
1.Preguntas pequeñas:
Ante un gran reto, en lugar de hacernos una gran pregunta :
¿Como voy a solucionar esto?, ante la cual nuestra mente quedaría inmóvil, lo
mejor es cambiarla por otra más motivadora y creativa:
¿Cómo puedo hacer un pequeño cambio en mi rutina diaria?
¿Qué pequeña mejora puedo hacer en un determinado aspecto de mi empresa?
¿Qué palabras puedo decir a diario para mejorar mi relación?
¿qué puedo hacer diferente para comunicarme mejor con los demás?
2. Pensamientos pequeños:
esto se aplica, modelando nuestra mente. Haciendo "mentalmente" aquello que necesitamos hacer. Repitiendo como si estuviesemos viendo una película aquellas situaciones que necesitamos mejorar. Podemos imaginar que lanzamos la bola a la canasta una y otra vez, o reproducir en nuestra mente una conversación que necesitamos tener. Prestar especial atención a los gestos que haríamos, a las palabras que diríamos, al tono de voz que emplearíamos. Nuestra mente, es un músculo, que con la visualización y la repetición mejora nuestra forma de actuar, porque ya lo hemos "ensayado".
3. Acciones pequeñas:
ante una gran meta, como por ejemplo, quedar entre los tres primeros en una maratón; o conseguir unas ventas de un determinado monto, o mejorar nuestra relación de pareja, es imposible que implementemos todas las acciones necesarias en un solo día. Por eso, es conveniente, casi imprescindible, dividir ese objetivo en pequeñas acciones que podamos ir tomando día a día. Por ejemplo, llamar a cinco clientes por día, o correr una hora por día, o hacer tres comentarios positivos a nuestra pareja cada día.
4. Problemas pequeños:
En lugar de dejar que las cosas vayan a más, el Kaizen aconseja resolver esas situaciones que pueden traer grandes problemas, ni bien las conocemos. No dejar que crezcan, que lleguen a quitarnos el sueño. Una chispa en el campo es mucho más controlable que un gran incendio. Por eso, cada día, debemos resolver. Ser resolutivos, ser proactivos. Tomar acción sobre esas cosas, antes que se conviertan en urgentes.
5. Premios pequeños:
Si nos vamos premiando por cada paso dado, con pequeños premios, en lugar de dejar un premio grande, para las grandes acciones, nuestra mente se acostumbrará a hacer esas pequeñas acciones diarias, reconociendo en nosotros ese logro y así estamos premiando la disciplina y la persistencia. En la empresa, si ponemos un gran premio para los empleados, no serán capaces de dar pequeñas ideas, o pequeños pasos porque no los considerarán dignos de ese gran premio, y perderemos oportunidades preciosas de avanzar en la mejora continua.
6. Momentos pequeños:
En este paso, Robert Maurer menciona la observación hecha por una azafata, que creyó importante comentar a sus superiores una nimiedad. Qué los pasajeros se dejaban la aceituna de sus ensaladas. Con este pequeño detalle, la compañía , al suprimir la aceituna, se ahorró 500.00o dólares anuales!!! Disfrutar de los pequeños placeres diarios, reconocer las virtudes diariamente a nuestra pareja, recordar pequeños momentos de felicidad, todo estos momentos pequeños, harán que consideremos nuestro día mucho más agradable.
Te reto a que te enfrentes a eso que te está frenando, a esa meta que te parece inalcanzable, a esa relación en la que te encuentras estancado, a ese negocio que no te deja dormir..... con el Kaizen. Piensa, escribe y aplica todas aquellas pequeñas acciones que te surgan de hacerte pequeñas preguntas en esos pequeños momentos para resolver esos pequeños problemas, y prémiate con un pequeño paseo junto al mar para disfrutar de ese pequeño momento.
¿Cómo puedo hacer un pequeño cambio en mi rutina diaria?
¿Qué pequeña mejora puedo hacer en un determinado aspecto de mi empresa?
¿Qué palabras puedo decir a diario para mejorar mi relación?
¿qué puedo hacer diferente para comunicarme mejor con los demás?
2. Pensamientos pequeños:
esto se aplica, modelando nuestra mente. Haciendo "mentalmente" aquello que necesitamos hacer. Repitiendo como si estuviesemos viendo una película aquellas situaciones que necesitamos mejorar. Podemos imaginar que lanzamos la bola a la canasta una y otra vez, o reproducir en nuestra mente una conversación que necesitamos tener. Prestar especial atención a los gestos que haríamos, a las palabras que diríamos, al tono de voz que emplearíamos. Nuestra mente, es un músculo, que con la visualización y la repetición mejora nuestra forma de actuar, porque ya lo hemos "ensayado".
3. Acciones pequeñas:
ante una gran meta, como por ejemplo, quedar entre los tres primeros en una maratón; o conseguir unas ventas de un determinado monto, o mejorar nuestra relación de pareja, es imposible que implementemos todas las acciones necesarias en un solo día. Por eso, es conveniente, casi imprescindible, dividir ese objetivo en pequeñas acciones que podamos ir tomando día a día. Por ejemplo, llamar a cinco clientes por día, o correr una hora por día, o hacer tres comentarios positivos a nuestra pareja cada día.
4. Problemas pequeños:
En lugar de dejar que las cosas vayan a más, el Kaizen aconseja resolver esas situaciones que pueden traer grandes problemas, ni bien las conocemos. No dejar que crezcan, que lleguen a quitarnos el sueño. Una chispa en el campo es mucho más controlable que un gran incendio. Por eso, cada día, debemos resolver. Ser resolutivos, ser proactivos. Tomar acción sobre esas cosas, antes que se conviertan en urgentes.
5. Premios pequeños:
Si nos vamos premiando por cada paso dado, con pequeños premios, en lugar de dejar un premio grande, para las grandes acciones, nuestra mente se acostumbrará a hacer esas pequeñas acciones diarias, reconociendo en nosotros ese logro y así estamos premiando la disciplina y la persistencia. En la empresa, si ponemos un gran premio para los empleados, no serán capaces de dar pequeñas ideas, o pequeños pasos porque no los considerarán dignos de ese gran premio, y perderemos oportunidades preciosas de avanzar en la mejora continua.
6. Momentos pequeños:
En este paso, Robert Maurer menciona la observación hecha por una azafata, que creyó importante comentar a sus superiores una nimiedad. Qué los pasajeros se dejaban la aceituna de sus ensaladas. Con este pequeño detalle, la compañía , al suprimir la aceituna, se ahorró 500.00o dólares anuales!!! Disfrutar de los pequeños placeres diarios, reconocer las virtudes diariamente a nuestra pareja, recordar pequeños momentos de felicidad, todo estos momentos pequeños, harán que consideremos nuestro día mucho más agradable.
Te reto a que te enfrentes a eso que te está frenando, a esa meta que te parece inalcanzable, a esa relación en la que te encuentras estancado, a ese negocio que no te deja dormir..... con el Kaizen. Piensa, escribe y aplica todas aquellas pequeñas acciones que te surgan de hacerte pequeñas preguntas en esos pequeños momentos para resolver esos pequeños problemas, y prémiate con un pequeño paseo junto al mar para disfrutar de ese pequeño momento.
( Fin de la cita del blog de Viki )
Como punto final, en el siguiente link encontraréis un buen
resumen de las cosas que suelen hacer los japoneses en las salidas/entradas de
año:
Contenidos
Como siempre, he incluido estas reflexiones en mi blog:
Os deseo la mejora de las suertes en la elaboración de
vuestra Bucket List a la japonesa……..
!!!Vamos a hacer que el murciélagode de Kurt se quede
asombrado en la pasada que hará por encima de nuestras cabezas a finales del
2018!!
Os deseo lo mejor para el 2018
Un abrazo
Alvaro Ballesteros