Enlace peptídico
Estructura de un neuropéptido de nueve aminoácidos: la oxitocina. Cada aminoácido está representado con un color y su respectiva abreviación.
Clasificación de los neuropéptidos
Los neuropéptidos (neuromoduladores o cotransmisores) se dividen en cinco grupos:
Funciones
Las funciones de los neuropéptidos son:
- mecanismos nerviosos del aprendizaje y la memoria
- regulacíón de la ingesta de comida y bebida
- comportamiento sexual
- control del dolor
- control de la presión arterial
Transmisores de acción rápida y molécula pequeña
Son los que producen las respuestas más inmediatas del sistema nervioso, como la transmisión de señales sensitivas al cerebro y motoras hacia los músculos.
CLASE I
CLASE II: AMINAS
CLASE III: AMINOÁCIDOS
CLASE IV
¿Qué hacen tus neuropéptidos?
Dicho de forma sencilla los neuropéptidos son los transportadores de las sustancias químicas que viajan por todo nuestro cuerpo. Son en cierta forma una especie de mensajero químico y sus características fueron descubiertas por la Dra. Candance Pert una reconocida Psicofarmacóloga norteamericana. Pert, ha dado un paso gigante con este descubrimiento, rompiendo algunas creencias que fueron sagradas para científicos occidentales por más de dos siglos.
Esta pionera investigación ha demostrado cómo los neuropéptidos y sus receptores, son el fundamento biológico de nuestra conciencia, y se manifiestan a través de nuestras emociones, creencias y expectativas, influenciando profundamente la manera cómo vemos el mundo y cómo nos comportamos en él.
Cada vez que pensamos y hablamos, estos neuropéptidos actúan como mensajeros que viajan por nuestro cuerpo depositando pequeñas cantidades de sustancias químicas en nuestras células. La calidad de esa sustancia química que será depositada, está determinada por la calidad de nuestros pensamientos. Por lo tanto, si nuestros pensamientos son temerosos, rabiosos, o de cualquier forma negativos, los químicos que estos mensajeros depositarán en nuestras células debilitarán nuestro sistema inmunológico. Si por el contrario, nuestros pensamientos son amorosos, optimistas, apreciativos
o simplemente positivos, los químicos que serán depositados en nuestras células fortalecerán nuestro sistema inmunológico. Esto quiere decir que cada instante de nuestra vida estamos eligiendo, consciente o inconscientemente, pensamientos saludables o poco saludables y estos pensamientos, sin duda, terminan
afectando nuestro organismo.
Claro está que un pensamiento por sí solo no causará ningún efecto o tendrá alguna influencia sobre nuestro sistema inmunológico. El inconveniente se presenta cuando tenemos la tendencia a pensar negativamente. Cada persona produce, aproximadamente, 6000 pensamientos al día, si predomina la tendencia a pensar negativamente, esos pensamientos se van acumulando convirtiéndose prácticamente en veneno para nuestro organismo.
La ciencia nos está confirmando que no podemos darnos el gusto de
pensar negativamente. Son nuestros pensamientos los que nos enferman y muchas veces terminan acabando con nuestra vida.
Así lo evidencian las investigaciones de la Dra. Pert quien textualmente señala:
“Todos somos conscientes de que hemos seguido la tendencia occidental de que la mente está por completo en la cabeza y que su trabajo es únicamente ejecutado por el cerebro. Sin embargo, la función de tu cuerpo no es solo cargar con el peso de tu cabeza. Las investigaciones nos demuestran que tenemos que comenzar a pensar en cómo se manifiesta la mente en diversas partes del cuerpo y, mas allá de él. ¿Cómo podemos llevar este proceso a la conciencia?… Los neuropéptidos y sus receptores son los sustratos de las emociones, y están en constante comunicación con el sistema inmunológico, y este es el mecanismo mediante el cual se crea la salud y la enfermedad”.
Un mundo de infinitos universos, con infinitos Big Bangs
Los físicos buscan al inflatón, el ‘primo’ del bosón de Higgs que explicaría el origen del universo (Alan Guth, ‘padre’ de la inflación cósmica, en el ICHEP2014 de Valencia)
Hace dos años, el mundo entero se emocionaba con las palabras de un alemán de barba blanca ante cientos de físicos en Ginebra:
“Creo que lo tenemos”. Rolf-Dieter Heuer, director del CERN, anunciaba así el 4 de julio de 2012 el hallazgo del bosón de Higgs, o al menos, de una partícula que podría encajar con su retrato robot.
Esta mañana, en Valencia, otro físico de pelo cano ha removido en sus asientos a centenares de colegas de profesión que lo escuchaban: “Creo que un mundo de infinitos universos, con infinitos ‘Big Bangs’, es la mejor explicación que tenemos para la realidad que observamos”. Con total aplomo, Alan Guth, el padre de la inflación cósmica, ha defendido el modelo de los multiversos en la Conferencia Internacional de Física de Altas Energías (ICHEP2014) que por primera vez se celebra en España en su 37ª edición.
El físico de Nueva Jersey ha comenzado su conferencia recordando al belga François Englert, codescubridor del mecanismo de Higgs, que no ha podido asistir al congreso por culpa de una torcedura de tobillo que lo mantiene postrado en la cama a sus 82 años.
El origen del universo y la inflación cosmológica
La teoría que hoy por hoy más respaldo observacional tiene es la que se denomina inflación cosmológica
Parte de la idea de que el universo pasó por un estado de vacío de un campo denominado inflatón
Este campo era el único que existía entonces ( los campos usuales y sus partículas asociadas aparecerían más tarde ), y estaba distribuido por todo el espacio
Al igual que el campo de Higgs, el inflatón tenía un perfil de energía con un máximo local cuando su configuración era nula, es decir, podía estar en un estado de falso vacío, un estado sin partículas asociadas al campo pero sin ser el estado de mínima energía
Cuando se introduce la gravedad en esta situación se aprecia que el inflatón, en su estado de falso vacío, generó una repulsión gravitatoria y eso produjo una gran expansión del espacio, la inflación
El vacío y la nada (Físicos en el LHC y cosmólogos de todo el mundo se enfrentan a estos conceptos)
Saquemos los muebles de la habitación, apaguemos las luces y vayámonos. Sellemos el recinto, enfriemos las paredes al cero absoluto y extraigamos hasta la última molécula de aire, de modo que dentro no quede nada. ¿Nada? No, estrictamente hablando lo que hemos preparado es un volumen lleno de vacío. Y digo lleno con propiedad. Quizás el segundo más sorprendente descubrimiento de la física es que el vacío, aparentemente, no es la nada, sino una substancia. Aunque no como las otras...
Recientes observaciones cosmológicas indican que el universo está en expansión acelerada. Las galaxias no se comportan como flechas, sino como cohetes a los que algo empujara. La analogía no es buena, porque el concepto es difícil. Las galaxias no se fugan, están ya estabilizadas por su propia gravedad y tienen un tamaño fijo. Pero el espacio (o el vacío) entre ellas, se estira. Es como si alguien tomase la Tierra por un globo y la inflara: mañana estaría Barcelona aún más lejos de Huelva. Quién infla el universo sería la densidad de energía del vacío. El vacío sería pues una substancia activa, capaz de ejercer una repulsión gravitacional, incluso sobre sí mismo. No fue un error, sino un golazo de Einstein
Álvaro de Rújula es físico teórico del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN)
Simulación de cómo el detector CMS del LHC vería una colisión protón-protón que produce muchas partículas, incluyendo una de Higgs, que se desintegra en dos electrones (un electrón y un positrón, su antipartícula) y dosmuones (en el mismo sentido). CERN-CMS
Matemáticos demuestran que los universos paralelos existen realmente
La teoría de los universos paralelos fue propuesta por primera vez en 1950 por el físico estadounidense Hugh Everett, en la que intentaba explicar los misterios de la mecánica cuántica que resultaban completamente desconcertantes para los científicos. Expresado de una manera muy simplificada, lo que propuso Everett fue que cada vez que se explora una nueva posibilidad física, el universo se divide. Para cada alternativa posible se “crea” un universo propio.
Un ejemplo puede ayudarnos a entender este concepto: imaginemos que un peatón escapa por poco de ser atropellado por un coche. Este evento tiene lugar en un universo, pero en otro puede haber resultado atropellado y estar recuperándose en un hospital. Y en un tercero, puede haber muerto. El número de posibilidades es infinito.
Este concepto resultaba muy extraño para los científicos, quienes generalmente lo descartaban considerándola una fantasía. Por supuesto, los escritores de
ciencia ficción aprovecharon esta idea para crear numerosas historias. Sin embargo, las nuevas investigaciones realizadas en Oxford demuestran que los
universos alternativos son matemática posibles, y que el Dr. Everett, que no era más que un estudiante en la Universidad de Princeton en el momento que propuso su teoría, podría estar en lo cierto.
El descubrimiento ha sido descripto por uno de los científicos como “uno de los desarrollos más importantes en la historia de la ciencia”, en declaraciones efectuadas a la revista New Scientist.
Concretamente, el equipo dirigido por el Dr. David Deutsch, demostró matemáticamente que la estructura del universo contiene infinitas bifurcaciones creadas al dividirse en versiones paralelas de sí mismo, que pueden explicar la naturaleza probabilística de los resultados cuánticos. Gráficamente, la línea de tiempo del universo podría verse como si fuese un árbol infinitamente grande.
La mecánica cuántica predice que una partícula no existe realmente hasta que sea observado. Hasta entonces, las partículas ocupan una nebulosa de estados “superpuestos” al mismo tiempo.
El hecho de ser observadas “fuerzan” a la partícula a adoptar un estado particular de realidad, de la misma manera que una moneda girando en el aire solo muestra “cara” o “cruz” una vez que se detiene. Según la teoría de los universos paralelos, cada decisión de este tipo generaría un nuevo universo por cada uno de los posibles resultados.
Como otros tantos conceptos relacionados con la mecánica cuántica, la teoría de los universos paralelos puede resultar bastante difícil de comprender, sin embargo, si puede demostrarse matemáticamente, tal como se ha hecho en Oxford, es muy posible que la teoría sea correcta.
Atando cabos…..: voy a sugerir una teoría filosófica, no científica, para que no se me echen encima los ortodoxos de la física:
-Los pensamientos nacen de la nada
-Según la mecánica cuántica, una partícula no existe realmente hasta que sea observada; hasta entonces, las partículas ocupan una nebulosa de estados superpuestos al mismo tiempo
-El hecho de ser observadas “fuerzan” a la partícula a adoptar un estado particular de realidad, de la misma manera que una moneda girando en el aire solo muestra “cara” o “cruz” una vez que se detiene.
-Según la teoría de los universos paralelos, cada decisión de este tipo generaría un nuevo universo por cada uno de los posibles resultados.
¿Y si la partícula que no existe hasta que es observada fueran los neuropéptidos?
-Si traducimos la dinámica de la partícula cuántica a la dinámica pensamiento-neuropéptidos, la secuencia sería como sigue:
-Nuestra mente anda divagando
-Mientras divagamos, nada sucede, todo es el vacío: todas las opciones son posibles
-Por ejemplo, las opciones serán: lo conseguiré o no lo conseguiré
-Mientras divago, posible vs imposible, estoy creando dos mundos de neuropéptidos
-Los dos universos existen desde el momento que mi pensamiento debate, si o no
- Si pienso que es posible, creo un universo; si pienso que es imposible, creo otro universo
-Los dos universos son reales ( se han creado neuropéptidos diferentes )
-Cuando decido una opción, ….y creo en ella, saco energía del vacío: se puede sacar energía infinita , en un tiempo infinitesimal
-La energía que saco crea un Big Bang
-La energía que he sacado es tan grande que aparece una enorme gravedad
-La enorme gravedad aparece también de la nada
-Esa enorme gravedad crea un espacio-tiempo curvo ( Teoría General de la Relatividad de Einstein )
-La gravedad hace que aparezca el inflatón, con su estado de falso vacío
-El falso vacío genera una repulsión gravitatoria que produce una gran expansión del espacio, la inflación
-El resultado final es un Universo real de neuropéptidos
-Cada vez que nuestro pensamiento toma opciones, crea Universos
-Todos estos Universos existen
Conclusión:
Como decía Everett, y confirmó hace poco Guth, los infinitos Universos existen……..y son Universos de neuropéptidos
La enorme gravedad, creada a partir de la enorme energía que ( durante un tiempo infinitesimal ) le hemos “robado” al vacío, origina un espacio-tiempo ( de acuerdo con Einstein ) que es el que crea el Big Bang de ese Universo….esto podría ser un camino para unificar la mecánica cuántica y la teoría de la relatividad
No sé si será verdad, pero si no lo fuera, es un buen argumento para una peli de ciencia ficción….que es por donde se escapan los científicos que no tienen suficientemente soportadas sus teorías