domingo, 16 de junio de 2019

Mensajes amables de fin de semana: un maravilloso paseo por el mundo de Sorolla, en pleno corazón de Madrid



Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:

El mayor homenaje a la luz que he visto nunca es el cuadro “Paseo a orillas del mar” de Sorolla




Encontrarse la Casa Museo de Sorolla en medio de la Castellana es uno de esos lujos por los que me encanta Madrid
Habré visitado este Museo casi cien veces, y nunca me canso
Lo mágico del lugar es que Sorolla diseñó la casa de manera explícita para que albergara sus cuadros, lo que le da un atractivo especial, dada la pasión del artista valenciano por la luz
Solo por su empeño de inmortalizar la luz, esa luz que se refleja en sus aguas queridas del Mediterráneo, merece la pena visitarlo
Como de costumbre, en medio del trajín diario, hace unos días, encontré un hueco antes de una reunión de trabajo, para pasar un par de horas deleitándome con todo lo que hay en esa maravillosa Casa Museo
Me llevé un pequeño chasco, porque habían llevado el cuadro a Londres, a una exposición temporal
Pero bueno, me consolé con otros cuadros de Sorolla que también me encantan, y, como hacía un hermoso día de primavera, aproveché para tomar un rato el sol en el hermoso jardín andaluz que hay en la entrada …. todo un lujo
Sirva el resto de este post para rendir un pequeño homenaje a ese maravilloso rincón de Madrid, vía los posts más interesantes que he encontrado por ahí
No os perdáis la referencia que hago a esos 14 lienzos de Sorolla ( de más de 3,5 metros ) que hay en la Hispanic Society of America, en el corazón de Nueva York, fruto de un encargo que le hizo Huntington, un multimillonario americano que se enamoró de Sorolla cuando vio su obra en la Exposición Universal de Paris
Feliz lectura 

Museo Sorolla Madrid
Todavía no sé cómo agradecerle a Clotilde García del Castillo, mujer y musa del pintor Joaquín Sorolla, que legara al Estado su casa y sus colecciones para crear el Museo Sorolla Madrid.
No hay palabras para describir lo que aparece tras el muro de su entrada.




Ya simplemente al entrar te introduces en otro mundo, un patio andaluz que es capaz de transmitir una paz abrumadora.
Si continúas hacia la entrada atraviesas un jardín con un pequeño estanque y una zona de descanso bajo una pérgola. Antes de entrar al Museo Sorolla Madrid, justo donde se encuentra la taquilla, hay otro patio andaluz que da a un antiguo zaguán lleno de cerámicas y una colección de botijos. Eran las antiguas cocinas y las habitaciones de los guardeses de la familia.




Una vez compras la entrada debes volver al jardín de la Casa Museo Sorolla Madrid y subir por unas escaleras de azulejos andaluces preciosa que te conduce a lo que fue la casa del famoso pintor Sorolla.
Lo primero que ves son dos antesalas con parte de sus obras y pasas directamente a lo que era el taller del pintor. Ninguna foto le haría justicia. Puedes ver su mesa de trabajo, sus obras, caballetes, su propia colección de pinceles… solo falta él en carne y hueso.




Desde el estudio cruzas por un pasillo para llegar al salón de la casa. Tiene una cristalera semicircular que da a los jardines, llenándolo de luz natural y una zona de estar muy acogedora. En el comedor de la casa hay una mesa de madera grande y una chimenea. En esta planta puedes apreciar el gran interés que tuvo el pintor por unificar la casa con la zona de trabajo. De esta manera mantenía a toda su familia unida. En 1909 encargó el proyecto al arquitecto Enrique María de Rapullés y Vargas y participó en él personalmente.




Tras visitar las estancias comunes de la casa subimos a la primera planta por unas escaleras de madera donde antiguamente estaban los dormitorios. Actualmente está dedicado a exposiciones temporales que no puedes perderte.

Biografía de Joaquín Sorolla




Joaquín Sorolla y Bastida nació en febrero de 1863, en la calle Nueva del antiguo barrio de pescadores de Valencia. Siendo un niño de dos años pierde a sus padres, víctimas del cólera que asoló la ciudad en 1865, por lo que Joaquín y Concha, su única hermana, fueron acogidos por sus tíos. 
Unos años después de comenzar los estudios básicos, en los que da temprana muestra de su interés por todo aquello que estuviera relacionado con las artes plásticas, accede a la Escuela de Artesanos de Valencia para recibir clases de dibujo y, en 1878, e ingresa en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal. A lo largo de los años ochenta transcurre su etapa de formación, en un ambiente nada proclive a las libertades creativas. 

AÑOS DE FORMACIÓN 
Tras obtener una medalla de plata en una exposición local, el fotógrafo Antonio García Peris (futuro suegro del artista) le ofrece trabajo en su estudio. Allí Sorolla aprenderá algunos recursos que más adelante utilizará en su obra de madurez. En 1881 presenta tres obras de carácter marinero a la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, aunque estas pasarían desapercibidas. 




Aprovechando dicho viaje a Madrid, descubrirá la pintura barroca de Velázquez, quien marcará parte de su obra. Recibirá influencias de otros pintores, como Ignacio Pinazo, de quien descubre la técnica de la yuxtaposición de las manchas de color. Finalmente, y gracias a sus éxitos en varias exposiciones, recibe una beca para explorar la Roma artística. Durante su estancia en Italia, visitará distintas ciudades de las que tenemos testimonios pictóricos y notas. Entre 1886 y 1887 trabajará como becario con óleos y acuarelas para marchantes y un año después acudirá a Valencia para contraer matrimonio con Clotilde García del Castillo. Permanecerán ambos en Asís hasta 1889 cuando finaliza la beca.

LUCES MEDITERRÁNEAS
La obra de Sorolla empezará a consolidarse en la década siguiente, cambiando poco a poco de temática. La pintura de historia daría paso al realismo social, sumiéndose poco después en el costumbrismo marinero, que no abandonará nunca. Es entonces cuando su atención se centra en el mar y la luz que desprenden las tierras mediterráneas de su infancia. 
En la Exposición Universal de París, el pintor valenciano obtendría el Grand Prix del Pabellón de España y Portugal, iniciando así su proyección internacional. Poco a poco van apareciendo más soltura en las manchas de color de su obra, aportando más naturalidad a sus escenas. 
"Me sería imposible pintar al aire libre despacio, aunque quisiera... El movimiento del sol cambia constantemente el color de las cosas... ¡Hay que pintar deprisa"



                                                                            Joaquín y Clotilde

Seis años después inaugurará su primera exposición individual en la Galerie Georges Petit de París. En este momento comienza a sumergirse en la pintura contemporánea local francesa, y comienza a cultivar el retrato pictórico. A partir de entonces comenzaría a realizar distintas exposiciones individuales por Berlín, Colonia, Düsseldorf y Londres (1907-1908), aunque no adquiere tanta atención como en la capital francesa. 
Tras la mencionada Exposición Universal de París, comienzan sus contactos en Estados Unidos, donde realiza distintas exposiciones por Nueva York, Buffalo y Boston. Finalmente, Sorolla firmará uno de los acuerdos más notables de la época, donde el pintor valenciano se comprometía a decorar la biblioteca de la Hispanic Society of America, plasmando en sus paredes las imágenes de las tierras españolas.

PROYECCIÓN FINAL
Tras finalizar este gran proyecto americano, el pintor postimpresionista sufriría un ataque de hemiplejia que le incapacitaría para seguir trabajando. Sus últimos años están marcados por una espontaneidad de los colores y formas cada vez más pronunciada. Fallecería en 1923, y es gracias a su familia que gran parte de su obra permanece en la casa, convertida en museo, que el pintor poseía en Madrid. 

EJEMPLOS DE SU OBRA

Costumbrismo social
En la última década del siglo XIX, el pintor abandona sus cuadros de historia por escenas costumbristas y de género con cierto cariz social. Parece que Sorolla se adentra en esta temática más por el éxito que produce en España que por una inquietud personal. Destacaremos obras como "El beso de la reliquia, 1893", "Y aún dicen que el pescado es caro, 1894" o "Cosiendo la vela, 1896". 




La luz del Mediterráneo
Comienza a partir de 1900 su obra de madurez, con gran cantidad de escenas de playa, destellos de luces, ropajes y cuerpos mojados. Construirá estos cuadros con grandes manchas de color, donde la luz y las tonalidades brillantes son los protagonistas. Destacaremos "El baño del caballo, 1909", "Paseo a la orilla del mar, 1909", y "Niños en la playa, 1910". 



                                                                    Paseo a la orilla del mar, 1909


El baño del caballo, 1909


El retrato
La figura humana es el principal protagonista de la obra de Sorolla, particularmente, los niños, las mujeres y los pescadores; aunque realizaría gran cantidad de retratos a personajes importantes de la época. Serán cuadros de gran formato, donde destaca la intensidad de la luz, ya que también serían realizados al aire libre. Destacaremos "Comiendo uvas, 1898", "El pintor Beruete, 1902", y "Mi hija Elena, 1898".


El pintor Beruete, 1902


Jardines y rincones
Antes de que sufriera el ataque de hemiplejia en 1920, se hallaba el pintor centrado en su encargo para la biblioteca de la Hispanic Society of America, dejando bastante relegados sus trabajos luministas. De esta época destacan gran cantidad de pequeños estudios de paisajes que visita por España, o de los rincones del jardín de su casa madrileña. Destacaremos "Patio de los Arrayanes,1910", y Jardín de la casa de Sorolla, 1920".


Jardín de la casa de Sorolla, 1920




Galería Visión de España de Sorolla, en la Hispanic Society of America, Nueva York




La galería alberga la colosal serie de 14 pinturas conocida como Visión de España, del maestro valenciano Joaquín Sorolla y Bastida, artista de renombre en España a comienzos del siglo xx. Archer Milton Huntington, fundador de la Hispanic Society, le encargó los lienzos en 1911 para una nueva galería que tenía pensado construir en el ala oeste del edificio principal. Sorolla ya había protagonizado dos exposiciones itinerantes tremendamente exitosas en Estados Unidos, organizadas ambas por la Hispanic Society, en 1909 y 1911. Solo la muestra de 1909 atrajo a la Hispanic Society a unos 160 000 visitantes en el plazo de un mes.
Los lienzos que componen la serie Visión de España, de casi 12 pies (más de 3,5 metros) de altura y 200 pies (unos 60 metros) de largo en total, fueron pintados por Sorolla en distintos lugares de España entre los años 1912 y 1919. En la galería, el espectador está rodeado por los pueblos, los trajes y las tradiciones de las diversas regiones de España. Tanto Sorolla como Huntington apuntaron que la serie representaba una España que estaba «a punto de desaparecer». Por desgracia, la exposición de los cuadros que Sorolla considerara su mayor logro no se inauguró en la Hispanic Society hasta 1926, tres años después del fallecimiento del artista.
Todos los lienzos fueron restaurados entre 2006 y 2007, con anterioridad a la celebración de una serie de exposiciones en España. La Visión de España de Sorolla se exhibió en Valencia, Sevilla, Málaga, Bilbao, Barcelona y Madrid entre noviembre de 2007 y febrero de 2010. Esta obra maestra de Sorolla, que nunca antes se había expuesto al público en la Península Ibérica, causó sensación, hasta el punto de que atrajo a más de 2 000 000 visitantes, convirtiéndose en la exposición más visitada en la historia del país. La Galería Visión de España de Sorolla, totalmente restaurada, se inauguró en 2010, a la vuelta de las pinturas de su largo periplo español.

El tesoro de Sorolla en New York: los 14 lienzos de la Hispanic Society of America







Como siempre, he incluido estas reflexiones en mi blog https://historiasdellean.blogspot.com/:


No dejéis que nadie os estropee el fin de semana

Un cordial saludo
Álvaro Ballesteros

























sábado, 15 de junio de 2019

Identificar correctamente los Módulos que definen nuestros productos, clave para abordar la fabricación extremadamente flexible que exige la Industria 4.0


Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:

Por mucho que nos empeñemos, el futuro que marcan nuestros clientes es tener lotes mucho más cortos y productos mucho más personalizados
Meter muchos más productos personalizados en nuestras líneas de montaje hará que, si no hacemos nada, nuestra capacidad productiva baje (más cambios, igual a menos OEE) y la productividad, medida en facturación por operario, también
Para visualizar el problema que se nos viene encima, si nuestra línea es por ejemplo de autobuses y queremos meter en producción mezclada autobuses urbanos, interurbanos y articulados, con carga de horas X, 2X y 4X, si queremos mantener el TAKT TIME, y que la línea no pare, detrás de cada articulado aparecerán huecos, para evitar sobrecargas de mano de obra de trabajos que no se pueden hacer en una estación, sin parar el ciclo
Si no queremos que aparezcan esos huecos, la otra opción será poner por delante y por detrás de cada articulado autobuses sencillos…..pero ya estamos ante lo de siempre pre-LEAN: hacemos lo que no necesitamos!!!!  
Y lo que es peor, para diferentes mix de productos personalizados, los cuellos de botella cambiarán, se nos harán variables, …. y aquello será muy difícil de gestionar
En estos momentos, aparecerán aquellos que oferten paquetes de sistemas con replanificaciones rápidas dependiendo del cullo de botella que vaya apareciendo, para decir dónde tienen que ir los operarios para apagar los fuegos/cuellos de botella que aparecen en los diferentes escenarios
Conclusión: si no hacemos nada, al aumentar las opciones personalizadas en nuestra línea de montaje, perderemos indefectiblemente capacidad,  productividad y nuestro OTD, On Time Delivery ( para mí el más importante KPI ) entrará en barrena
El LEAN que a mí me han enseñado los japoneses de Kawasaki Heavy Industries haría de la vuelta a la sencillez su estrategia nº1
Devolver la sencillez al proceso industrial significa, según mi humilde opinión, lo siguiente:
-El Cuello de Botella NO puede ser variable dependiendo del MIX
-El Cuello de Botella de nuestro proceso industrial siempre tiene que ser nuestra operación de más alto valor añadido
-Teniendo en cuenta los dos premisas anteriores, la actuación GEMBA es clara ante el aumento del mix y la disminución de los lotes: hay que ir cuello de botella tras cuello de botella y romperlo (me habéis oído odio decir mil veces que los cuellos de botella no hay que gestionarlos sino romperlos): o sea, por técnicas puras de ingeniería de producción LEAN, rompiendo los CB lograremos que nuestra línea, de forma natural, admita las crecientes variantes de los nuevos productos personalizados
-Pero claro, esto tiene un límite, y no debemos olvidarnos que si no hacemos nada a nivel de producto, la línea será incapaz de admitir un aumento exponencial de variantes
-Y aquí entra en juego el concepto de Módulos

Definición de Módulos para apoyar la fabricación LEAN
Es vital insistir en que se haga la definición de Módulos buscando no solo el bien local de Diseño sino de tal forma que no empeoremos de manera dramática la capacidad de nuestros procesos de montaje

Los puntos que, bajo mi humilde opinión, son claves para esta resolver esta posible fuente de conflictos entre Diseño y Producción, a la hora de la definición correcta de los futuros Módulos, son los siguientes:  

1.Evitar a toda costa perder capacidad de montaje por la introducción de Módulos, consiguiendo definir un proceso de montaje que sea lo independiente posible de la configuración concreta de cada producto.
2.Apoyando el punto anterior, eso quiere decir que, aunque los elementos que se montan (subconjuntos/módulos) sean diferentes en cuanto a sus características funcionales, por ejemplo armarios eléctricos de diferentes potencias, complejidades, cableados, etc., desde el punto de vista del proceso de montaje sea la misma operación
3.De esa forma se consigue que las variaciones de la carga de trabajo en la propia línea, para los diferentes mix que puedan aparecer, se minimicen…. lo que hará que el equilibrado para las operaciones del proceso principal se mantenga lo más estable posible
4.Es condición básica a imponer en el definición/diseño de los Módulos que aparezcan Cuellos de Botella en Montaje, definidos como operaciones no divisibles con un tiempo de ejecución superior al Takt Time de la Línea de Montaje
5.Desde el punto de vista de producción, el propio proceso interno de montaje del Módulo se realizará como un submontaje de la línea principal, lo que permitirá que la diferencia de tiempos entre módulos distintos tenga poca importancia en la línea principal, clave para evitar pérdidas de OEE por diferentes mix´s

Concepto de Módulos en Volkswagen
Volkswagen presenta su nuevo proyecto de construcción por módulos transversales, cuyas siglas alemanas son MQB, gracias al cual se podrán producir en la misma línea de montaje casi todos los modelos de su gama, desde el VW Up! hasta el Passat CC.




Su nuevo su sistema de fabricación se llama MQB. Éstas son las siglas alemanas para “Plataforma por Módulos Transversales“, algo que suena muy complicado pero que en realidad es un concepto muy sencillo.
Se trata ni más, ni menos que de una vuelta de tuerca más al concepto de la fabricación en cadena ideado por Henry Ford hace 100 años. Cómo es la fabricación en cadena es algo que creo que ya sabemos todos, lo que a lo mejor no conocemos es que hasta hace muy poco, cada modelo distinto tenía que fabricarse en una línea de montaje específica para ese vehículo concreto. Esto era así porque, por ejemplo, el robot que tenía que montar un motor en el hueco correspondiente de un vehículo no “sabía” cómo hacerlo en el vano completamente distinto de otro coche diferente.
Lo que se intenta en la actualidad es que las diferencias entre los anclajes y puntos de montaje de un modelo y de otro sean lo más semejantes posible, de modo que un mismo robot, con mínimos cambios de programación, pueda realizar esas tareas. De esta forma, en una misma línea de montaje podemos instalar la mecánica en un Volkswagen Up! o en un Skoda Superb


Volkswagen Up


Skoda Superb


Idea clave: ”Partiendo de una misma base y jugando con sus proporciones podemos obtener productos muy diferentes. VW decide marcar estas raíces en secciones transversales.”
Para lograr esto, es necesario que se fijen unos determinados elementos que serán invariables y que servirán de punto de referencia para los distintos elementos de la línea de montaje. A partir de ellos se instalarán las distintas piezas de los diferentes modelos que queramos producir en esa misma línea.
VW ha decidido “cortar” sus coches en secciones transversales y, tal y como vemos en la imagen que abre este artículo, algunas son invariables (servirán como referencias) y otras, variables. Al fin y al cabo, es como la naturaleza misma. Nuestro ADN no difiere mucho del de una mosca, sin embargo, somos absolutamente distintos.
Para Volkswagen y su sistema MQB lo único invariable (para sus modelos con motor transversal) es la distancia entre el eje delantero y el cortafuegos que separa el habitáculo del vano motor. Todo lo demás es, simplemente, jugar con las proporciones: alargando la batalla podemos pasar de una Sharan de 5 plazas a una de 7, por ejemplo; añadiendo más voladizo trasero podemos convertir un Golf en un Jetta y así sucesivamente.
Los motores longitudinales no permiten tanta flexibilidad constructiva, de modo que quedan fuera de este sistema vehículos como el Phaeton, el Touareg, etc.
Gracias a este modelo de fabricación se podrán montar en una misma línea de producción modelos desde el segmento A00 (VW Up! por ejemplo) hasta berlinas del segmento B (como el Passat CC o incluso el VW Sharan). Esto abaratará los costes de forma más que evidente, lo cual puede generar dos situaciones, que los modelos pequeños se beneficien de las calidades y equipamientos de sus hermanos mayores, o todo lo contrario, que los más grandes se simplifiquen. En principio debemos dar por más probable el primer supuesto.

Concepto de Módulos en Toyota
TOYOTA tiene dos grandes KPI´s todavía muy diferenciales:
-Es capaz de meter en sus líneas de montaje el doble número de modelos que cualquiera de la competencia: sus líneas están diseñadas para que absorban de manera natural hasta seis  modelos diferentes sin pérdidas de OEE, productividad y OTD
-Son capaces de diseñar un nuevo modelo desde cero en la mitad de tiempo que la competencia: diseñar un coche totalmente coche nuevo les lleva 1,5 años, el resto tarda 3 años (como curiosidad, antes en cuello de botella de diseño estaba en los moldes, ahora lo está en la electrónica) 
Conclusión: incluso cuando flexibilizas, todo tiene sus límites; por otro lado, como dicen los americanos, en caso de duda es bueno volver a lo básico
En su propia reflexión interna, TOYOTA definió que el siguiente paso estratégico para seguir manteniendo el OEE, la productividad y el OTD de las líneas era ir a una definición del producto por Módulos
Cualquier producto, por complejo que parezca, se puede definir por Módulos: deben ser pocos pero muy significativos de las variantes que queremos que engloben
Definir cualquier producto, por complejo que sea, por no más de 8/9 módulos es un ejercicio que no dudaría en calificar de estratégico, si queremos conseguir que nuestra línea admita de manera natural la multiplicación de variantes que nos exige el nuevo paradigma de la Industria 4.0
Cada módulo debe poder progresar independientemente, se debe poder fabricar de manera integral en una estación explícita de la línea
Esta estación / Módulo deberá poder definida de tal manera que sea fácil tomar decisiones Make vs Buy para el Módulo completo
La calidad/funcionalidad final del Módulo debe poder ser testeada in situ, en la propia estación, siguiendo las pautas del LEAN de calidad en origen, o sea en el punto donde se produce, y con sistemas a prueba de fallos al 100%
Las diferentes variantes de cada módulo deben poder ser ejecutadas vía configuradores de producto
Los diferentes sincronizaciones entre los distintos ERP´s de cada proveedor / fabricas internas involucrados en la Supply Chain deben ser llevadas a cabo vía herramientas PLM
La trazabilidad de características clave a lo largo de la Cadena de valor se debe poder asegurar vía herramientas de Blockchain
Cuando se modifique un Módulo , la ayuda de herramientas CAD/CAM/CAE debe ser vital para conseguir de forma rápida y fiable las nuevas listas de materiales

Las siguientes diapositivas tratan de aportar claridad a un tema tan apasionante, y donde la industria española se juega tanto 
























Como siempre, he incluido estas reflexiones en mi blog https://historiasdellean.blogspot.com/:


No dejéis que nadie os estropee el fin de semana

Un cordial saludo
Álvaro Ballesteros




















domingo, 9 de junio de 2019

Mensajes amables de fin de semana: otra vez un griego de rabiosa actualidad, la teoría de la trampa de Tucídides, el historiador de las guerras del Peloponeso, más viva que nunca



Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:

¿Estamos cerca de una confrontación global entre los dos grandes poderes del mundo?
Cuando en la historia, un poder emergente amenazaba a otro consolidado, en muchos casos la solución era la guerra
Tucídides lo describió, hace 2.500 años, de manera clarividente en el caso de Atenas vs Esparta
A su teoría se le llamó “La trampa de Tucídides”
Ahora puede ocurrir en el caso USA vs China
Los siguientes párrafos están dedicados a este tema tan crucial para todos
Feliz lectura

La trampa de Tucídides: por qué EEUU y China están más cerca que nunca de la guerra total



Trump, convertido en icono comunista; Mao, en el Despacho Oval. ILUSTRACIÓN Y MONTAJE: GABRIEL SANZ

Cuando una potencia crece hasta desafiar al poder hegemónico, el resultado suele ser un conflicto total. ¿Ocurrirá con China y EEUU? Los expertos en 'La Guerra del Peloponeso', la obra de Tucídides sobre el enfrentamiento Atenas-Esparta, temen que la Historia se repetirá
La guerra arancelaria y el boicot a Huawei son, para algunos analistas, las evidencias del conflicto que determinará el curso del siglo XXI
China tiene que evitar caer en dos trampas. Una, la trampa de los ingresos medios. La otra, la trampa de Tucídides.
Así de claro se lo dijo el presidente chino Xi Jinping a Soraya Sáenz de Santamaría en la mañana del 24 de noviembre de 2016, cuando los dos se reunieron en Las Palmas de Gran Canaria. Era una visita más protocolaria que otra cosa. Xi regresaba de América Latina y, como habían hecho sus predecesores Hu Jintao en 2005 y 2012 y Jian Zemin en 2001, hizo una escala de una noche en Canarias. La información de la visita en las webs del Gobierno chino es un comunicado oficial intrascendente. En ningún momento se recoge que el hombre que ha acumulado más poder en la Historia de China desde que murió Mao Zedong en 1976 reflexionara con la vicepresidenta del Gobierno español sobre el futuro de su país.
La trampa de los ingresos medios es la incapacidad de un país para salir completamente de la pobreza y entrar en el mundo industrializado. Es algo visible sobre todo en América Latina, cuyas dos grandes potencias -Brasil y México- nunca alcanzan sus expectativas, pero que se da en el resto de esa región y también en África y Asia.
Pero lo que justo dos años y medio después del encuentro de Gran Canaria se ha convertido en la frase obligatoria para explicar la geopolítica mundial es la otra trampa mencionada por Xi: la de Tucídides, el general ateniense que, tras ser desterrado de la ciudad, escribió, literalmente a medida que iba sucediendo, la guerra de 27 años entre Atenas y Esparta que acabó con la aniquilación de la primera.
Más de 2.400 años después de su muerte, el padre de la historiografía se ha transformado en el padre de la futurología. Porque, las 368 páginas de La Guerra del Peloponeso son la mejor explicación para saber lo que está sucediendo -y lo que puede llegar a suceder- entre China y Estados Unidos. Lo único que tiene que decidir el lector es quién es el equivalente moderno de los contendientes. O sea, quién es Atenas y quién es Esparta.


El presidente chino Xi Jinping y su homólogo estadounidense, en un encuentro en Florida en 2017.

Todo está contado por alguien que combatió en esa guerra y fue desterrado por perder una batalla: el propio Tucídides. Así que no sólo es historia; también es una autobiografía política. Hasta el nombre está cargado de ideología. Tucídides, ateniense, quiso poner el conflicto en el Peloponeso, donde estaba Esparta, en lugar de en el Ática, que es la región ocupada por su ciudad. Ya lo puso Cervantes en su Quijote, y luego Borges le dio la vuelta a la misma frase en su Pierre Menard: «La verdad, cuya madre es la Historia...».
Spoiler: lo que lea no le va a gustar. No es que el final sea una sorpresa, porque eso se decidió hace 2.423 años. Lo peor son los personajes. Según Tucídides, la política internacional se rige por tres factores: miedo, honor (hoy lo llamaríamos orgullo o hipernacionalismo) e interés, «siendo el miedo el principal, con los otros dos detrás».
En La Guerra del Peloponeso, la democracia ateniense puede ser mucho más brutal que la oligarquía espartana. «Los fuertes hacen lo que pueden hacer, y los débiles sufren lo que tienen que sufrir», dicen los representantes de la democrática Atenas a los pacíficos habitantes de Milo antes de arrasar la ciudad, matar a todos los hombres y hacer esclavos a todos los niños y mujeres. Incluso el hombre al que en Europa se considera modelo de estadista, el ateniense Pericles, es un demagogo que hace que su ciudad-estado «sea una democracia sólo en el nombre».
EN UN MUNDO ANÁRQUICO, SIN UNA POLICÍA NI UNOS JUZGADOS GLOBALES, LOS PAÍSES SÓLO ESTÁN PREOCUPADOS POR SU SUPERVIVENCIA Y POR SU PODER RELATIVO
MANUEL MUÑIZ, DECANO DE LA IE SCHOOL OF GLOBAL AND POLITICAL AFFAIRS
Y, para acabar de preocuparnos, está la razón por la que la guerra estalla. En palabras de Tucídides, «lo que hizo la guerra inevitable fue el crecimiento del poder de Atenas y el temor que eso causó en Esparta». En otras palabras: si una gran potencia debe hacer frente a la irrupción de un rival, la guerra es única manera de preservar elstatus quo.
Y, para muchos, lo que está iniciando Donald Trump contra China es una guerra económica. Una guerra económica que, para otros, no es más que la continuación de un ataque sistemático que Pekín lleva lanzando desde hace décadas, copiando patentes industriales, sometiendo sus empresas a los dictados del Partido Comunista y de las Fuerzas Armadas, y exigiendo ser considerada una economía en vías de desarrollo a la hora de recibir tratamiento preferencial en aduanas y en organismos internacionales como el Banco Mundial, pese a que es capaz de poner a hombres en el espacio exterior.
Es una guerra económica que puede definir el futuro de ambos países. Como declaraba esta semana en una nota a sus clientes Bank of America, el segundo mayor banco de Estados Unidos, «la actual guerra comercial podría permitir a EEUU permanecer como poder hegemónico del mundo en las próximas décadas». Así, detrás del boicot a Huawei y de los aranceles, está la supremacía mundial.
Esparta contra Atenas, 25 siglos más tarde.
Pero la popularización de la Guerra del Peloponeso para entender la política del siglo XXI se debe a un estadounidense de 79 años nacido en la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte. Se llama Graham Allison, lleva 34 años asesorando a los secretarios de Defensa de EEUU, y ha sido decano de la escuela de relaciones internacionales Kennedy de la Universidad de Harvard, y director del Centro Belfer de esa misma institución. Su salto a la fama se produjo en 2017 con una tesis atractiva por su simplicidad: en el 75% de los casos en los que países emergentes disputaban a potencias ya establecidas la supremacía, el resultado era una guerra.
El resto lo hizo una expresión fácil de recordar: la trampa de Tucídides. Y, también, un libro de título alarmante publicado en 2018: Destinados a la guerra. ¿Pueden Estados Unidos y China eludir la trampa de Tucídides? Así es cómo en el taquillazo de Hollywood Wonder Woman, el verano pasado, Diana se ponía a hablar de Tucídides para seducir al malo de la película, el general alemán Ludendorff. Antes lo habían hecho, en el mundo real, un sinnúmero de generales de verdad y altos cargos de Defensa de EEUU y, curiosamente, de Australia, el país occidental y blanco más cercano a China.
En su análisis, Allison tomó 16 casos en los últimos 540 años. España sale en tres de ellos, pero sólo en uno evita la guerra: con Portugal, por el control de América, en los siglos XV y XVI. En la Guerra Fría, la expulsión por EEUU de la influencia británica de América en el siglo XIX; y la pugna entre Francia y Gran Bretaña, por un lado, y Alemania, por otro, por el control de Europa tras la caída del muro de Berlín también se evita el derramamiento de sangre. Allison explica esas soluciones pacíficas con justificaciones diferentes en cada caso.
EEUU TIENE UNA POLÍTICA EXTERIOR TAN AGRESIVA PORQUE ES UNA CULTURA MEDITERRÁNEA, TIENE DIVISIONES INTERNAS Y ESTÁ OBSESIONADO CON LA RELIGIÓN
ADAM POSEN, PRESIDENTE DEL PETERSON INSTITUTE FOR INTERNATIONAL ECONOMICS
El modelo no ha convencido a todos. Es mecanicista. Es determinista. Ignora que el exceso de confianza -por ejemplo, en la invasión de Irak o, a un nivel aún más grave, en la de Polonia por Alemania que desencadenó la Segunda Guerra Mundial- provoca muchas más guerras que el miedo. Y es eurocéntrico - u occidental-céntrico- y, por tanto, no es aplicable a un país como China, tan diferente de Occidente que en 4.000 años de Historia jamás ha conocido algo tan europeo como una sola guerra de religión.
Otros lo ven como una manera de empaquetar de manera fácil la vieja teoría delRealismo ofensivo en relaciones internacionales. «En un mundo anárquico, sin una policía ni unos juzgados globales, los países sólo están preocupados por su supervivencia y por su poder relativo», explica el decano de la IE School of Global and Political Affairs, Manuel Muñiz.
Así, Allison simplemente habría reducido a un eslogan a lo que a John Mearsheimer le llevó 592 páginas en su clásico The Tragedy of Great Power Politics, publicado hace 18 años. Para Mearsheimier, el mundo sigue como con Tucídides. Por eso, en la década de los 90, este profesor de la Universidad de Chicago defendió que Ucrania se quedara con parte del arsenal nuclear soviético. Lo que entonces fue visto como una locura cobró sentido en 2014, cuando Rusia invadió Ucrania.
La cuestión es que posiblemente tanto Xi como Trump compartan la visión de Tucídides. Los dos son nacionalistas. Los dos proceden de culturas que se consideran a sí mismas el centro del mundo. Y que, pese a ser los países más poderosos de la Tierra, tienden a verse vulnerables y rodeados de enemigos en un mundo hostil.
Y, ahora, los chinos parecen, también, haber abrazado el pensamiento de Tucídides. O eso se deduce del relato hecho a Papel por Adam Posen, presidente del think tank de Washington Peterson Institute for International Economics y ex miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra.
Hace dos semanas Posen estuvo en China, y allí tuvo una reunión que recuerda en estos términos: «Fue con un alto cargo del Politburó. Cada año nos vemos con ellos, con la idea de que quieren enviar un mensaje a Estados Unidos a través de nosotros. Este año, lo curioso es que recibimos una lección de 15 minutos en los que nuestro anfitrión sólo paró para dejar trabajar al traductor y para recuperar aliento antes de volver a repetir que esto es un choque de civilizaciones. Y algunas cosas eran extremas. Tal vez fuera que estaba de mal humor. O que había leído lo que había dicho el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, sobre China. No lo sé. Pero fue muy directo: Estados Unidos tiene una política exterior tan agresiva porque es una cultura mediterránea, lo que significa que tiene divisiones internas y está obsesionado con la religión. No mencionó ni una sola vez ni a Mao ni a Marx, ni dijo nada de la lucha de clases. Todo fue historia, geografía y cultura».

  ¿Podemos caer en la trampa de Tucídides?
El padre de la historiografía científica ya lo advirtió en su narración de la Guerra de Peloponeso (siglo V a. C.): una potencia nueva puede retar a una dominante ya establecida.



Un detalle del llamado jarrón de Chigi, de origen protocorintiano, hallado en el Monte Aguzzo y en el que se presentan imágenes mitológicas y de guerras de la antigua Grecia

¿Por qué los cerebros asesores del inquilino de la Casa Blanca leen obsesivamente al prosista griego más difícil de la antigüedad como si fueran estudiantes de último curso del Grado en Filología Clásica? Esto se preguntan los analistas políticos de Washington a lo largo del último año porque Tucídides el ateniense, el meticuloso y sofisticado historiador de la guerra que desangró durante treinta años la Grecia clásica, está más de moda que nunca en las altas esferas de las dos superpotencias actuales: Estados Unidos y China. Se da la paradoja de que los modernos expertos en geopolítica y en su aplicación al más alto nivel de la estrategia global tienen más en cuenta la historia y la filología clásicas que la mayor parte de nuestros responsables ministeriales y autonómicos en materia de educación, más ocupados en potenciar en secundaria y universidad temas aparentemente rentables, como empresariales, turismo o gastronomía, frente al combustible intelectual que realmente mueve el motor de la historia y de la toma de decisiones a los más altos niveles. Pero, ¿por qué buscar las claves de la política internacional del siglo XXI, por ejemplo, en lo que se refiere al actual conflicto que enfrenta a la China poscomunista y a los proteccionistas de EEUU de Trump, sumergiéndose en la lectura concienzuda de un clásico griego de hace 2500 años?
UN MAESTRO DE HISTORIA
Podríamos esbozar esta primera respuesta sin temor a equivocarnos: porque es un clásico universal de la literatura, la historiografía y el pensamiento. ¿Dónde buscar respuestas si no? Clásico, siguiendo una memorable definición de Jorge Luis Borges, «es aquel libro que una nación o un grupo de naciones o el largo tiempo han decidido leer como si en sus páginas todo fuera deliberado, fatal, profundo como el cosmos y capaz de interpretaciones sin término [...] Un libro que las generaciones de los hombres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una misteriosa lealtad». Tucídides, el segundo de la tríada clásica de historiadores griegos, es el maestro de la historia científica, crítica y política. Se dedicó a narrar la Guerra del Peloponeso, que enfrentó casi irremediablemente a las dos superpotencias de la época, Atenas y Esparta, rivales ideológicas por definición. Fue no solo una guerra brutal y larguísima, que enconó los odios tradicionales entre jonios y dorios, sino un conflicto de enormes dimensiones que cambió para siempre el mundo antiguo. Así comienza esta Historia: «Tucídides, natural de Atenas, narró la guerra entre los peloponesios y los atenienses, cómo combatieron los unos contra los otros. Comenzó su compilación recién declarada la guerra, porque previó que iba a ser grande y más famosa que todas sus precedentes. Lo conjeturaba así porque ambos bandos se aprestaban a ella estando en su pleno apogeo y con toda suerte de preparativos, y porque veía que el resto de los pueblos de Grecia se coaligaban con uno u otro partido, unos inmediatamente y otros después de haberlo meditado». (I 1. Trad. A. Guzmán). Hay que recordar que Atenas había logrado convertirse en la mayor potencia de su época, tras las Guerras Médicas, gracias al mantenimiento de una flota que le permitió mantener un imperio impresionante sobre sus aliados y colonias. Exportó a veces a la fuerza el sistema democrático para «liberar» a muchos de sus aliados, que a la postre tuvieron que contribuir a sufragar los costes del sistema en la llamada Liga Ático-Délica. Del otro lado estaba la oligárquica y militarista Esparta, con su Liga del Peloponeso, que reunía no solo a convencidos de su sistema político, sino también a rivales comerciales de la poderosa Atenas unidos por el miedo a su pujanza. Proteccionismo, rutas comerciales, odios ancestrales y propaganda ideológica se mezclaban en un cóctel letal. Como ha estudiado Luciano Canfora, Tucídides es un pensador político de primera magnitud: conservador y escéptico con respecto al sistema democrático y su deriva radical e imperialista, analizó con precisión los resortes del poder y sus facciones. Paradójicamente, en política exterior, la ciudad defensora de la democracia se comportaba cruelmente con los actores menores, como lo que Tucídidides llega a denominar «polis tyrannos». El maestro de historiadores dejó escritas páginas imperecederas sobre esta sociedad en crisis, sobre la gloria y la caída de la Atenas de Pericles, la guerra, la peste, la demagogia, las traiciones y las intrigas por el poder. Señalemos su característica descreencia, su búsqueda racional de las causas de las acciones humanas, su identificación de los pretextos, su honda reflexión sobre la toma de decisiones que, cuando es errada, llevan inevitablemente al conflicto y al desastre. Moses Finley subrayaba que su obra es, además, gran literatura por su composición del panorama histórico, un «ktema es aei», una adquisición imperecedera que podemos leer aún hoy con gran aprovechamiento. Pero hay algo más. Tucídides es un autor denso, inteligente, preciso hasta la disección de las causas y motivos de las decisiones de más alto nivel en el tablero de la guerra o de la política. No es sencillo como libro de cabecera de líderes, como otros prontuarios clásicos de la pomposamente llamada «decission-making» para usos militares, empresariales o gubernamentales, tales como Maquiavelo, Gracián, Sun Tzu o Clausewitz. Pero desmenuzar la historia de Tucídides se ha hecho indispensable en la era de Trump, como ha visto el politólogo Graham Allison. Este catedrático de Harvard, uno de los pensadores clave de EEUU en política exterior, ha desarrollado una teoría de la elección racional en organizaciones complejas desde que, en su primer libro, «Essence of decission» (1971), comenzara a estudiar la gestión de situaciones de crisis compaginando la decisión en el corto plazo con la estrategia en el largo.
«Estudien griego clásico»
En su último libro, «Destined for War» (2017), Allison compara la escalada de tensiones entre Atenas y Esparta por el extraordinario desarrollo económico y político de la primera con lo que sucede con el crecimiento de China y sus conflictos comerciales con EEUU. Pero esto, como decimos, no es nuevo: otros intelectuales neoconservadores de clásicas han logrado que Tucídides sea el autor de referencia para el partido republicano: Donald Kagan, catedrático de clásicas en Yale, que ha dedicado cuatro tomos de referencia al historiador, le considera una fuente de sabiduría sobre el comportamiento humano y, sobre todo, en política internacional. O Victor Hanson, catedrático en California, que en su obra sobre la Guerra del Peloponeso compara a Atenas con EEUU. Por eso, Tucídides es leído con devoción: no es ya moda pasajera, es necesidad perentoria de comprender y actuar. Así son los clásicos: «Nihil novum sub sole». Señores gestores de nuestras escuelas, ¿es mucho pedir que se den cuenta de lo que conviene estudiar en secundaria para forjar líderes, emprendedores, ejecutivos e intelectuales de éxito? Déjense de estadística, química e informática. Estudiar griego clásico es lo mejor para tener una perspectiva privilegiada del presente. La paradoja de Tucídides.

Graham Alison: We the future



El mundo post-occidental

Gideon Rachman, el comentarista-jefe de política internacional de Financial Times, se ha atrevido a resumir el año geopolítico en una expresión: “la trampa de Tucídides”. Según Tucídides, historiador de la guerra del Peloponeso, el conflicto que enfrentó a las dos grandes polis de la Grecia clásica se hizo inevitable, en esencia, debido al auge del poder ateniense y el miedo que esto causó en Esparta. Veinticinco siglos después, Graham Allison, profesor de Harvard, acuñó la expresión para respaldar esta hipótesis: la rivalidad entre una potencia establecida y una emergente suele acabar en guerra. Esparta y Atenas. Gran Bretaña y Alemania. ¿Estados Unidos y China?
Si hacemos caso de las palabras del vicepresidente de EEUU, Mike Pence, pronunciadas el 4 de octubre en el Hudson Institute, la colisión es inevitable, pues China ya no esconde su interés en sustituir a EEUU como nueva potencia hegemónica y EEUU, claro, no va a quedarse de brazos cruzados. “América esperaba que la liberalización económica empujase a China hacia una mayor cooperación con nosotros y con el resto del mundo –dijo Pence–. En lugar de esto, China ha elegido la agresión económica, lo que ha envalentonado a sus crecientes fuerzas armadas”.

 Y de las palabras a los hechos. La guerra comercial entre Washington y Pekín ya ha causado daños considerables a sus economías, por no hablar de los daños colaterales a la economía global, en un clima de creciente proteccionismo. Pese a la imbricación económica de ambos países –lo que desaconsejaría una mayor escalada– el futuro no se presenta halagüeño. “Demasiados genios han salido de la lámpara” para que las relaciones entre EEUU y China vuelvan al statu quo, apunta Fraser Howie, coautor de Red Capitalism.
No todos, sin embargo, se muestran tan pesimistas. En su día, el padre del Singapur moderno, Lee Kuan Yew, afirmó que la competencia entre China y EEUU era inevitable, pero que el conflicto no tenía por qué serlo. El guante optimista lanzado por el singapurense lo recoge Josep Piqué y lo pasea por El mundo que nos viene, un magnífico ejercicio de análisis geopolítico “desde una ambición descriptiva y divulgativa”, en palabras del propio autor, que en realidad va más allá. En tiempos de transición entre un orden global y otro, dominados por la volatilidad, la impredecibilidad y la incertidumbre, este libro también ejerce de manual de supervivencia (analítica) y, en última instancia, como libro “de parte”. En resumen, estamos ante un libro de análisis, sí, pero también ante un libro político, en el buen sentido.

Síntesis post-occidental
El cambio de orden global ya está en marcha, pero no tiene por qué venir acompañado de conflicto. Esta es la tesis principal de Piqué: nos enfrentamos a un mundo cada vez menos occidental en su centro de gravedad que, en cambio, sigue evolucionando sobre la base de muchos de sus valores distintivos. Y el resultado de tal deriva podría ser “la convergencia entre los valores, ideas y creencias de lo que emerge (y que trae consigo todo su bagaje cultural y moral) y lo que ha sido y sigue siendo”. Es decir, una síntesis; una síntesis post-occidental, suerte de “compromiso transversal entre las tentaciones antiliberales y la enorme potencia de las ideas y los principios que han inspirado un mundo sustentado en los valores del internacionalismo liberal”.
¿Un compromiso entre liberales y antiliberales? En un primer momento, la tesis desconcierta y hasta repele (hablo desde la atalaya europea), pero luego, una vez paladeada con tranquilidad, no solo se antoja como probable, sino en cierto modo inevitable. Y a quien asuste la idea haría bien en imaginar cómo sería su negativo: el conflicto, la guerra; fría o caliente, no importa. En un mundo plagado de armas de destrucción masiva, no podemos obviar el altísimo coste de un enfrentamiento abierto entre potencias nucleares. Se ha encargado de recordárnoslo el propietario de uno de los dos grandes arsenales atómicos, Vladímir Putin, en su tradicional rueda de prensa de balance del año. “Desgraciadamente hay una tendencia a subestimar la posibilidad de una guerra nuclear, y esa tendencia está incluso creciendo”, ha afirmado Putin. Por suerte, la experiencia de las dos guerras mundiales juega a favor de la paz, aunque la mala memoria es una enfermedad todavía por erradicar.
La hipótesis de la síntesis post-occidental deja en el aire (no es el propósito del libro, claro) la posible arquitectura de sus elementos, el peso de lo viejo y de lo nuevo. ¿Un mundo principalmente blando en lo económico y tendente a lo duro en lo político? ¿Hubs, islas de progreso político en mares de iliberalidad? ¿Singapur como modelo? ¿O una China más abierta económica, políticamente? Lo que sí hace Piqué es señalar un camino, una salida amable de esta síntesis post-occidental, que denomina neo-occidental y que tendría en la Unión Europea su modelo. Según Piqué, la UE es la refutación del trilema de Rodrik, que dice que no es posible combinar la globalización, la democracia y la soberanía nacional. “Europa demuestra que se puede estar abierto a la globalización, disfrutar de sistemas plenamente democráticos y no renunciar a la soberanía nacional salvo para proyectarla hacia arriba”.
La propia UE, sin embargo, vive en su seno la lucha entre lo consolidado y lo emergente, entre las fuerzas del mañana y las fuerzas del ayer. Más allá del Brexit, tenemos el Grupo de Visegrado y, quizá más preocupante, las veleidades italianas. Por ello, Piqué se atreve a señalar que de lo que suceda con el proyecto europeo, ahora que el mundo anglosajón se repliega, quizá dependa la configuración de esa síntesis post-occidental y el peso que lo liberal tenga frente a lo antiliberal.
Ojalá te toque vivir tiempos interesantes, reza una antigua maldición china. Geopolíticamente hablando, al menos, no cabe duda de que nos lo estamos pasando bien. Este completo y sugerente libro es prueba de ello.



Como siempre, he incluido estas reflexiones en mi blog https://historiasdellean.blogspot.com/:


No dejéis que nadie os estropee el fin de semana

Un cordial saludo
Álvaro Ballesteros