Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:
Mente, cuerpo, ciencia , consciencia….esto se merece un
post, ¿no?
Platón y
Aristóteles
Para Platón, la psique es la verdadera esencia de una
persona y la forman tres elementos:
El
Logos ( la razón )
El
Timos ( el espíritu )
El
Timos ( el deseo )
Según él, la mente nos da acceso a un mundo perfecto, al que
llamó mundo de las ideas; para él, la psique es eterna e eterna e inmaterial
Para Aristóteles, la psique no existe independientemente de
nuestro mundo físico
Racionalistas
continentales vs empiristas ingleses
René Descartes llegó a la conclusión de que podía estar
seguro de su existencia como ser pensante: cogito ergo sum, pienso luego
existo. Vio que sus sentidos podían verse engañados y concluyó que el ser
existente y pensante tenía que ser independiente de su cuerpo
Benedictus de Spinoza concluyó que el ser humano y todo el
universo está hecho de una sola sustancia; según él, todos los objetos físicos,
incluidas las piedras, tiene a tributos no físicos, mentales
David Hume pensaba que el conjunto de pensamientos,
experiencias y recuerdos ( lo que describió como cúmulo de sensaciones ),
constituyen juntos la conciencia subjetiva que reconocemos como el yo
Thomas Hobbes reflexionó sobre nuestro concepto de identidad
personal a medida que cambiamos con el tiempo. Contaba que Teseo emprendió un
largo viaje por mar y en él su nave precisó profundas reparaciones. Poco a
poco, cada parte fue reemplazada por una nueva, y aun así seguimos considerando
que la embarcación que terminó el viaje era la misma, aunque no quedara nada de
la original
Filósofos
transitando hacia la Psicología
William James admitió que nuestra mente no solamente recibe
sensaciones sino que pasa por procesos mentales para interpretar esa
información, realizando conexiones entre ellas y almacenándolas en el recuerdo:
no hay que considerar la conciencia como es un estado de la mente sino como un
proceso en continuo cambio, y por tanto, como algo personal, propio de cada uno
¿Más allá de la
ciencia?
La neurociencia nos ha proporcionado conocimiento sobre el
hardware de la mente: cómo funcionan el cerebro y el sistema nervioso en el
sentido físico
La psicología nos ha esclarecido mucho sobre el software:
cómo procesa la información nuestra mente
“Si realmente quieres buscar la verdad es necesario que
dudes de todo y tanto como sea posible al menos una vez en la vida” (René
Descartes)
“Cuando se construye sobre falsos cimientos, cuanto más se
edifica, mayor es la ruina” (Thomas Hobbes)
La interacción entre mente y materia: el experimento
más bonito de la Física
El experimento de la doble rendija es considerado por gran
parte de la comunidad científica como el más bonito de la Física
No me voy a enrollar con detalles, que podéis ver en estos
links tan preciosos:
Reflexiones clave del experimento:
-El electrón se comporta de forma diferente dependiendo si
se le observa o no
-Antes de ser observado, se comporta como una onda
-Al ser observado, la función de onda colapsa y se comporta
como una partícula
-¿Tiene consciencia un simple electrón?
Problema de índole filosófica que plantea el experimento:
¿cómo puede depender la evolución del universo de un espectador? … Einstein,
siempre genio hasta en sus dudas, dijo: prefiero creer que la luna sigue ahí
cuando no la estoy mirando
Un buen libro sobre la interacción entre mente y materia,
escrito por Eduardo Arroyo:
Hasta ahora, he hecho un pequeño resumen de cómo ve este
tema la cultura occidental, pero no puedo terminar este escrito sin dar una
pincelada de la manera de abordarlo que tiene la sabiduría oriental, ….que a mí
me ha fascinado desde hace mucho tiempo
Recordemos que William James ( el filósofo psicólogo por
excelencia ) creía que nuestra mente no solo está para recibir sensaciones sino
que el secreto está en los procesos mentales encargados que interpretan esa
información; su conclusión era que la conciencia no es un estado de la mente
sino es el propio proceso de continuos cambios mentales….
¡!!Por eso, el simple hecho de dedicar los pensamientos a
una cosa o a otra se convierte en la gran diferencia!!!!... esa sutil decisión
no solamente definirá la mente de cada uno sino, probablemente, su vida
entera….un buen ejemplo de lo que puede provocar el simple aleteo de una
mariposa ¿no?
La flecha envenenada: La parábola budista que nos pone
frente a frente con nuestro mayor error
Buda, en la búsqueda de la iluminación, también intentaba
descubrir cómo liberarnos de la ignorancia y el sufrimiento. Al igual que otros
grandes sabios del pasado, propuso una filosofía práctica que nos anima a
centrarnos en las cosas más sencillas como una vía para alcanzar metas mayores.
El taoísmo lo
resumió perfectamente en una frase: un camino de mil kilómetros empieza por un
solo paso. Sin embargo, en la vida cotidiana nos resulta difícil aplicar estas
enseñanzas.
La parábola de la flecha envenenada
En el Majjhima Nikaya, una colección de textos atribuidos a
Buda que forman parte del Canon Pali, podemos encontrar la “parábola de la
flecha envenenada”. Gautama Buda le contó esta historia a un discípulo que se
mostraba impaciente por escuchar del maestro las respuestas a las “14 preguntas
sin respuesta” relacionadas con cuestiones metafísicas como la vida después de
la muerte.
"Hubo una vez un hombre que fue herido por una
flecha envenenada.
Sus familiares y amigos querían procurarle un médico,
pero el enfermo se negaba, diciendo que antes quería saber el nombre del hombre
que lo había herido, la casta a la que pertenecía y su lugar de origen.
Quería saber también si ese hombre era alto, fuerte,
tenía la tez clara u oscura y también deseaba conocer con qué tipo de arco le
había disparado, y si la cuerda del arco estaba hecha de bambú, de cáñamo o de
seda.
Decía que quería saber si la pluma de la flecha provenía
de un halcón, de un buitre o de un pavo real...
Y preguntándose si el arco que había sido usado para
dispararle era un arco común, uno curvo o uno de adelfa y todo tipo de
información similar, el hombre murió sin saber las respuestas".
Al leer la parábola la primera idea que nos viene a la mente
es que la actitud del hombre herido es absurda y necia. Sin embargo, Buda nos
está diciendo que todos nos comportamos de la misma manera sin darnos cuenta.
De cierta forma, todos estamos heridos con esa flecha
envenenada ya que, antes o después, moriremos. Sin embargo, vivimos sin ser
plenamente conscientes de nuestra mortalidad, por lo que a menudo le damos una
importancia excesiva a cosas intrascendentes que nos impiden disfrutar del
presente sumiéndonos en un estado de preocupación innecesario.
Moraleja de la parábola
- Céntrate en lo que realmente te ocurre
En muchas ocasiones, para resolver un problema es importante
no perderse en divagaciones, necesitamos actuar. Lo más usual es que detrás de
esas cavilaciones se esconda el miedo y la incertidumbre. Cuando nos
enfrentamos a un problema y nos vamos por las ramas, aunque sabemos cuál es la
solución definitiva, es porque tememos a algo. Sin embargo, considera que a
largo plazo las soluciones tibias solo sirven para generar más problemas,
además de crear un estado de insatisfacción interior.
En otros casos activamos mecanismos
de defensa como la proyección o el desplazamiento mediante los cuales
trasladamos el problema fuera de nosotros mismos, o intentamos esconderlo.
Generalmente esto se debe a que no deseamos aceptar que formamos parte del
problema, por lo que para solucionarlo primero debemos trabajar sobre nosotros
mismos. En cualquier caso, la estrategia nunca es mirar hacia otro lado, es
importante comprender qué nos ocurre realmente y aprender a priorizar aquí y
ahora.
- Da un paso a la vez
La mente puede convertirse en nuestra mejor aliada o nuestra
peor enemiga. Podemos usarla en positivo para solucionar problemas o podemos
usarla en negativo encontrando un problema para cada solución. Para vivir con
menos agobio y estrés la clave consiste en ir paso a paso. Eso no significa que
no podamos anticiparnos a los problemas, pero debemos asegurarnos de que no
estamos alimentando un pensamiento catastrofista.
Céntrate en el presente, valora cuidadosamente la situación
en la que estás y da un paso a la vez, ese paso no te llevará directamente a tu
destino, pero al menos te sacará de donde estás. Vive día a día, como si cada
jornada fuera la primera y la última de tu vida.
- Deja que todo fluya y que nada influya
A veces nos quedamos cautivos de los problemas, aunque estos
ya se hayan solucionado o formen parte del pasado, ya que siguen rondando
nuestra mente, provocando desazón, ira, frustración y rencor. Cuando nos
aferramos a lo sucedido, cuando no dejamos ir esas emociones y sentimientos,
nos convertirmos en sus esclavos.
En este sentido, un estudio llevado a cabo en la Universidad
de Harvard reveló que pasamos el 47% de las horas que permanecemos despiertos
pensando en lo que nos ha ocurrido o lo que nos podría ocurrir. Esa “mente
errática” es la causa de que nos preocupemos excesivamente y de nuestra
infelicidad. El mejor antídoto es centrarse en el presente y experimentar
gratitud por lo que tenemos y lo que somos. Así lograremos restarles impacto a
las experiencias negativas y alcanzar el equilibrio.
- Elimina todo lo innecesario
Leonardo da Vinci dijo “la simplicidad es la máxima
satisfacción”, y no andaba desacertado. A lo largo de nuestra vida cargamos
con muchas cosas, que solo sirven para generar caos y abrumarnos. Cuando te das
cuenta de que puedes vivir sin ellas y ser aún más feliz, logras valorar más lo
que tienes y te liberas de un gran peso.
Eliminar todo lo innecesario también se refiere a los
sentimientos, creencias, estereotipos o sueños que no te pertenecen y que solo
son un obstáculo. Cuando mires dentro de ti, te asombrará descubrir que muchas
de las frases de tu diálogo interior realmente no son tuyas sino que ta las han
inculcado. Haz una limpieza
mental y deshazte de las emociones que te dañan, como el resentimiento
por un viejo suceso, la angustia por algo que probablemente nunca ocurrirá y el
miedo a perder lo que tienes. Si vamos más ligeros de equipaje no solo podremos
llegar más lejos sino que también disfrutaremos más del viaje.
Fuente:
Killingsworth,
M. A. & Gilbert, D. T. (2010) A wandering mind is an unhappy mind. Science;
330(6006): 932.
Nota final: le doy las gracias a mi querido ex Cliente de
TATA Motors Roberto Ariza por haberme dado la oportunidad de conocer esta
maravillosa parábola budista
Que disfrutéis cada hora del fin de semana
Un cordial saludo
Alvaro Ballesteros