viernes, 26 de mayo de 2017

Mensajes amables de fin de semana: mente, cuerpo, ciencia, consciencia



Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:

Mente, cuerpo, ciencia , consciencia….esto se merece un post, ¿no?

Platón y Aristóteles
Para Platón, la psique es la verdadera esencia de una persona y la forman tres elementos:
                El Logos ( la razón )
                El Timos ( el espíritu )
                El Timos ( el deseo )
Según él, la mente nos da acceso a un mundo perfecto, al que llamó mundo de las ideas; para él, la psique es eterna e eterna e inmaterial
Para Aristóteles, la psique no existe independientemente de nuestro mundo físico

Racionalistas continentales vs empiristas ingleses
René Descartes llegó a la conclusión de que podía estar seguro de su existencia como ser pensante: cogito ergo sum, pienso luego existo. Vio que sus sentidos podían verse engañados y concluyó que el ser existente y pensante tenía que ser independiente de su cuerpo
Benedictus de Spinoza concluyó que el ser humano y todo el universo está hecho de una sola sustancia; según él, todos los objetos físicos, incluidas las piedras, tiene a tributos no físicos, mentales
David Hume pensaba que el conjunto de pensamientos, experiencias y recuerdos ( lo que describió como cúmulo de sensaciones ), constituyen juntos la conciencia subjetiva que reconocemos como el yo
Thomas Hobbes reflexionó sobre nuestro concepto de identidad personal a medida que cambiamos con el tiempo. Contaba que Teseo emprendió un largo viaje por mar y en él su nave precisó profundas reparaciones. Poco a poco, cada parte fue reemplazada por una nueva, y aun así seguimos considerando que la embarcación que terminó el viaje era la misma, aunque no quedara nada de la original

Filósofos transitando hacia la Psicología
William James admitió que nuestra mente no solamente recibe sensaciones sino que pasa por procesos mentales para interpretar esa información, realizando conexiones entre ellas y almacenándolas en el recuerdo: no hay que considerar la conciencia como es un estado de la mente sino como un proceso en continuo cambio, y por tanto, como algo personal, propio de cada uno

¿Más allá de la ciencia?
La neurociencia nos ha proporcionado conocimiento sobre el hardware de la mente: cómo funcionan el cerebro y el sistema nervioso en el sentido físico

La psicología nos ha esclarecido mucho sobre el software: cómo procesa la información nuestra mente




“Si realmente quieres buscar la verdad es necesario que dudes de todo y tanto como sea posible al menos una vez en la vida” (René Descartes)
“Cuando se construye sobre falsos cimientos, cuanto más se edifica, mayor es la ruina” (Thomas Hobbes)


La interacción entre mente y materia: el experimento más bonito de la Física
El experimento de la doble rendija es considerado por gran parte de la comunidad científica como el más bonito de la Física
No me voy a enrollar con detalles, que podéis ver en estos links tan preciosos:





Reflexiones clave del experimento:
-El electrón se comporta de forma diferente dependiendo si se le observa o no
-Antes de ser observado, se comporta como una onda
-Al ser observado, la función de onda colapsa y se comporta como una partícula
-¿Tiene consciencia un simple electrón?

Problema de índole filosófica que plantea el experimento: ¿cómo puede depender la evolución del universo de un espectador? … Einstein, siempre genio hasta en sus dudas, dijo: prefiero creer que la luna sigue ahí cuando no la estoy mirando

Un buen libro sobre la interacción entre mente y materia, escrito por Eduardo Arroyo:




Hasta ahora, he hecho un pequeño resumen de cómo ve este tema la cultura occidental, pero no puedo terminar este escrito sin dar una pincelada de la manera de abordarlo que tiene la sabiduría oriental, ….que a mí me ha fascinado desde hace mucho tiempo
Recordemos que William James ( el filósofo psicólogo por excelencia ) creía que nuestra mente no solo está para recibir sensaciones sino que el secreto está en los procesos mentales encargados que interpretan esa información; su conclusión era que la conciencia no es un estado de la mente sino es el propio proceso de continuos cambios mentales….
¡!!Por eso, el simple hecho de dedicar los pensamientos a una cosa o a otra se convierte en la gran diferencia!!!!... esa sutil decisión no solamente definirá la mente de cada uno sino, probablemente, su vida entera….un buen ejemplo de lo que puede provocar el simple aleteo de una mariposa ¿no?       
  

La flecha envenenada: La parábola budista que nos pone frente a frente con nuestro mayor error




Buda, en la búsqueda de la iluminación, también intentaba descubrir cómo liberarnos de la ignorancia y el sufrimiento. Al igual que otros grandes sabios del pasado, propuso una filosofía práctica que nos anima a centrarnos en las cosas más sencillas como una vía para alcanzar metas mayores. El taoísmo lo resumió perfectamente en una frase: un camino de mil kilómetros empieza por un solo paso. Sin embargo, en la vida cotidiana nos resulta difícil aplicar estas enseñanzas.

La parábola de la flecha envenenada

En el Majjhima Nikaya, una colección de textos atribuidos a Buda que forman parte del Canon Pali, podemos encontrar la “parábola de la flecha envenenada”. Gautama Buda le contó esta historia a un discípulo que se mostraba impaciente por escuchar del maestro las respuestas a las “14 preguntas sin respuesta” relacionadas con cuestiones metafísicas como la vida después de la muerte.

"Hubo una vez un hombre que fue herido por una flecha envenenada. 

Sus familiares y amigos querían procurarle un médico, pero el enfermo se negaba, diciendo que antes quería saber el nombre del hombre que lo había herido, la casta a la que pertenecía y su lugar de origen. 

Quería saber también si ese hombre era alto, fuerte, tenía la tez clara u oscura y también deseaba conocer con qué tipo de arco le había disparado, y si la cuerda del arco estaba hecha de bambú, de cáñamo o de seda. 

Decía que quería saber si la pluma de la flecha provenía de un halcón, de un buitre o de un pavo real... 

Y preguntándose si el arco que había sido usado para dispararle era un arco común, uno curvo o uno de adelfa y todo tipo de información similar, el hombre murió sin saber las respuestas".

Al leer la parábola la primera idea que nos viene a la mente es que la actitud del hombre herido es absurda y necia. Sin embargo, Buda nos está diciendo que todos nos comportamos de la misma manera sin darnos cuenta.

De cierta forma, todos estamos heridos con esa flecha envenenada ya que, antes o después, moriremos. Sin embargo, vivimos sin ser plenamente conscientes de nuestra mortalidad, por lo que a menudo le damos una importancia excesiva a cosas intrascendentes que nos impiden disfrutar del presente sumiéndonos en un estado de preocupación innecesario.

Moraleja de la parábola

- Céntrate en lo que realmente te ocurre

En muchas ocasiones, para resolver un problema es importante no perderse en divagaciones, necesitamos actuar. Lo más usual es que detrás de esas cavilaciones se esconda el miedo y la incertidumbre. Cuando nos enfrentamos a un problema y nos vamos por las ramas, aunque sabemos cuál es la solución definitiva, es porque tememos a algo. Sin embargo, considera que a largo plazo las soluciones tibias solo sirven para generar más problemas, además de crear un estado de insatisfacción interior. 

En otros casos activamos mecanismos de defensa como la proyección o el desplazamiento mediante los cuales trasladamos el problema fuera de nosotros mismos, o intentamos esconderlo. Generalmente esto se debe a que no deseamos aceptar que formamos parte del problema, por lo que para solucionarlo primero debemos trabajar sobre nosotros mismos. En cualquier caso, la estrategia nunca es mirar hacia otro lado, es importante comprender qué nos ocurre realmente y aprender a priorizar aquí y ahora.

- Da un paso a la vez

La mente puede convertirse en nuestra mejor aliada o nuestra peor enemiga. Podemos usarla en positivo para solucionar problemas o podemos usarla en negativo encontrando un problema para cada solución. Para vivir con menos agobio y estrés la clave consiste en ir paso a paso. Eso no significa que no podamos anticiparnos a los problemas, pero debemos asegurarnos de que no estamos alimentando un pensamiento catastrofista. 

Céntrate en el presente, valora cuidadosamente la situación en la que estás y da un paso a la vez, ese paso no te llevará directamente a tu destino, pero al menos te sacará de donde estás. Vive día a día, como si cada jornada fuera la primera y la última de tu vida.

- Deja que todo fluya y que nada influya

A veces nos quedamos cautivos de los problemas, aunque estos ya se hayan solucionado o formen parte del pasado, ya que siguen rondando nuestra mente, provocando desazón, ira, frustración y rencor. Cuando nos aferramos a lo sucedido, cuando no dejamos ir esas emociones y sentimientos, nos convertirmos en sus esclavos. 

En este sentido, un estudio llevado a cabo en la Universidad de Harvard reveló que pasamos el 47% de las horas que permanecemos despiertos pensando en lo que nos ha ocurrido o lo que nos podría ocurrir. Esa “mente errática” es la causa de que nos preocupemos excesivamente y de nuestra infelicidad. El mejor antídoto es centrarse en el presente y experimentar gratitud por lo que tenemos y lo que somos. Así lograremos restarles impacto a las experiencias negativas y alcanzar el equilibrio.

- Elimina todo lo innecesario

Leonardo da Vinci dijo “la simplicidad es la máxima satisfacción”, y no andaba desacertado. A lo largo de nuestra vida cargamos con muchas cosas, que solo sirven para generar caos y abrumarnos. Cuando te das cuenta de que puedes vivir sin ellas y ser aún más feliz, logras valorar más lo que tienes y te liberas de un gran peso. 

Eliminar todo lo innecesario también se refiere a los sentimientos, creencias, estereotipos o sueños que no te pertenecen y que solo son un obstáculo. Cuando mires dentro de ti, te asombrará descubrir que muchas de las frases de tu diálogo interior realmente no son tuyas sino que ta las han inculcado. Haz una limpieza mental y deshazte de las emociones que te dañan, como el resentimiento por un viejo suceso, la angustia por algo que probablemente nunca ocurrirá y el miedo a perder lo que tienes. Si vamos más ligeros de equipaje no solo podremos llegar más lejos sino que también disfrutaremos más del viaje.


Fuente:
Killingsworth, M. A. & Gilbert, D. T. (2010) A wandering mind is an unhappy mind. Science; 330(6006): 932.

Nota final: le doy las gracias a mi querido ex Cliente de TATA Motors Roberto Ariza por haberme  dado la oportunidad de conocer esta maravillosa parábola budista  




Que disfrutéis cada hora del fin de semana
Un cordial saludo
Alvaro Ballesteros







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