Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:
John Lennon dijo de Elvis: “antes de él, no había nada”……y
estoy de acuerdo
Cuando oí por primera vez Bohemian Rhapsody, me dije a mí
mismo: “no busques más: ésta es la CANCIÓN”, con mayúsculas
Elvis, sencillamente, inventó el rock
Queen, y sobre todo Fredy Mercury, reinventaron el rock,
integrando en una única canción rock, balada, solo de guitarra y ópera: sus
canciones no solamente son eso, canciones, tienen la fuerza de los himnos, de
las cosas que, sin filtros, van directamente al corazón
Sobre Bohemian Rhapsody, escribí un post antes de las
vacaciones de verano:
Mensajes amables de fin de semana: Bohemian Rhapsody, un
pequeño regalo para arrancar con buen pie estas vacaciones:
Hoy iré con mi hija María a ver la peli que acaban de
estrenar sobre Queen
Sobre los orígenes del rock, de todo lo que hay por
Internet, ahí va lo que más me ha gustado
La canción considerada como fundadora: “Rock around
the clock”, cantada por Bill Haley, en 1955
El mejor Rock and Roll de todos los tiempos:
- Great
balls of fire – Jerry Lee Lewis
- Jack
Rabbit Slims Twist Contest
- Rock
And Roll Music – Chuck Berry
- Jailhouse
Rock – Elvis Presley
- Twist
& Shout – The Beatles
- Long
Tall Sally – Little Richard
- Don’t
stop me now – Queen
- Twisting
by the pool – Dire straits
- Rock
And Roll – Led Zeppelin
- Rock’
n Roll Train – AC-DC
- Blue
Suede Shoes – Elvis Presley
- Get
Over it – The Eagles
Great
balls of fire – Jerry Lee Lewis
Great Balls of Fire es una canción grabada por Jerry Lee
Lewis en el año 1957, siendo tomada en cuenta por la revista Rolling Stone como
una de las 100 mejores canciones de todos los tiempos, llegando a vender más de
un millón de copias en los primeros 10 días luego de haberse puesto a la venta.
Jack Rabbit Slims Twist Contest
Esta canción, You Can Never Tell de Chuck Berry,
probablemente la conoces por haber aparecido en la emblemática escena de baile
entre Uma Turman y John Travolta en el restaurante Jack Rabbit Slims de la
película Pulp Fiction de Quentin Tarantino, considerada por muchos como una de
las mejores de la historia del cine.
Rock And
Roll Music – Chuck Berry
Esta es otra canción de Chuck Berry que seguramente conoces.
Fue lanzada en el año 1957 y fue versionada por bandas tan importantes como The
Beatles y The Beach Boys.
Jailhouse Rock – Elvis Presley
Jailhouse Rock o el Rock de la Cárcel de Elvis Presley es
tan legendaria por su letra como por su video, en el que se muestra al Rey del
Rock and Roll en todo su esplendor. Fue lanzada en el año 1957 junto a la
película homónima, en una escena que ha sido recreada innumerables veces.
Twist & Shout – The Beatles
Esta canción fue lanzada originalmente en 1961 por los Top
Notes, pero los Isley Brothers la popularizaron un año después. No obstante,
muchos conocerán principalmente la versión que hicieron los Beatles para su
primer álbum de estudio Please Please Me en 1963.
Long Tall Sally – Little Richard
Long Tall Sally fue lanzada en el año 1956 dentro del LP
Here’s Little Richard. Esta canción alcanzó importantes posiciones en distintas
listas de éxitos.
Don’t stop me now – Queen
Don’t Stop Me Now fue lanzada en el año 1978 junto al álbum
Jazz de la banda inglesa. Puede que no sea considerada precisamente una canción
de Rock and Roll, pero igualmente es una estupenda canción.
Twisting
by the pool – Dire straits
Esta canción de Dire Straits fue lanzada en el álbum ExtendedancEPlay
en el año 1983, alcanzando el top 15 tanto en Estados Unidos como en el Reino
Unido.
Rock And Roll – Led Zeppelin
Esta canción de la banda Led Zeppelin fue lanzada en el año
1971, y cuenta con la presencia del pianista de The Rolling Stones, Ian
Stewart.
Rock’ n
Roll Train – AC-DC
Rock ‘N’ Roll Train fue lanzada por la banda australiana de
rock en el año 2008. Desde entonces ha sido un gran éxito utilizado en
comerciales televisivos, especialmente de la compañía transmisión de deportes
ESPN.
Blue Suede Shoes – Elvis Presley
Es posible que más de uno ya estuviera extrañado o incluso
enfadado por no haber incluido un rock and roll del Rey (Elvis). Pues aquí
llegan sus “zapatos de gamuza azul”, todo un himno del rock and roll.
Get Over it – The Eagles
En este movido tema los grandísimos The Eagles te animan
animan diciendo, “supéralo” que sería la traducción de su Get Over it.
El 19 de julio de 1954 se editaba la primera grabación
comercial de Elvis Presley, un jovenzuelo que aún no había cumplido
los veinte años y que en poco tiempo estaría en boca de todo el mundo. Para
cuando Elvis alcanzó el estrellato masivo, a principios de 1956, ya no había
marcha atrás: el planeta estaba siendo arrollado por un estilo de música que
marcaría la manera de pensar y sentir de varias generaciones, y que además iba
a cambiar la historia de la música. Pero en realidad la fecha del debut discográfico
de Elvis sirve más como vistoso hito en el calendario que como auténtico punto
de partida de la fiebre del rock and roll, género que para entonces
llevaba bastante tiempo tomando forma. Elvis no fue el primero. Tampoco fue
necesariamente el mejor, ya que hubo algunos otros tan buenos como él. Pero en
un movimiento repleto de figuras icónicas fue el más icónico de todos y el que
más contribuyó —probablemente sin pretenderlo— a romper todo tipo de barreras.
Dada la enorme popularidad de Elvis y dado que este año se celebrará dicho
aniversario, bien podemos tomar su carrera como punto de referencia para
entender qué sucedió durante aquellos años cuando el rock and roll se
apoderó del mundo.
El debut discográfico de Elvis Presley
«Si consigo encontrar un blanco que tenga la voz y el
sentimiento de los negros, ganaré millones de dólares». Ese era el mantra que
repetía Sam Phillips, dueño del pequeño estudio de grabación Sun
Records, situado en Memphis. En 1954 había un chaval, un tal Elvis Presley, que
visitaba su pequeña discográfica una y otra vez en busca de una oportunidad. El
propio Elvis pagó de su bolsillo una primera grabación amateur —un disco de
acetato barato que cualquiera podía llevarse a casa por unos pocos dólares—
como regalo para su madre, aunque era sobre todo una manera de intentar
llamar la atención de Phillips. Sin embargo, el jefe de Sun Records ni
siquiera estaba presente cuando Elvis registró por primera vez su voz en disco;
fue la recepcionista Marion Keisker quien grabó aquel acetato;
ella se fijó en las cualidades vocales del chaval y dejó sobre la mesa de
Phillips una copia de la grabación junto a una nota que decía sencillamente:
«Buen cantante de baladas. Contratar». Intrigado, Sam Phillips escuchó la
grabación y pensó que efectivamente tenía entre manos una joven promesa. Reunió
una pequeña banda de acompañamiento y reclamó a Elvis para una primera sesión
de grabación profesional. Sin embargo, las cosas parecieron torcerse bien
pronto, porque la sesión no funcionó como estaba previsto. Elvis estaba
estancado, intentando cantar de acuerdo a los cánones del momento,
intentando ser profesional y por lo tanto reprimiendo su
manera natural de interpretar la música. El resultado no era nada bueno y
Phillips se sentía frustrado porque no conseguía extraer de aquel
prometedor debutante nada digno de ser editado. La jornada amenazaba con
terminar en rotundo fracaso. Hicieron un descanso. Elvis, para sacudirse los
nervios, se puso a cantar de forma desenfadada un tema que conocía desde
crío, haciendo el payaso y bailando, sin ninguna intención de que aquello
pasara de ser un entretenimiento momentáneo. Era música de negros, nada que se
considerase comercialmente apropiado para un joven debutante blanco. Pero
cuando Sam Phillips escuchó aquello supo que finalmente tenía ante sus narices
lo que tanto había estado buscando: el chaval blanco que podía cantar música
negra como los negros. Insistió para que Elvis grabase esa canción que acababa
de interpretar en el descanso. Aquella canción de su infancia con la que había
estado jugueteando y que se llamaba «That’s All Right».
«That’s all right» terminaría ocupando la cara A del primer
sencillo de Presley. Era un rhythm & blues grabado originalmente por el bluesman Arthur
Crudrup en 1946, esto es, cuando Elvis tenía unos once años.
La cara B estaba ocupada
por «Blue moon of Kentucky», cuya bellísima versión
original había grabado el héroe del bluegrass Bill
Monroe también en 1946.
Así que en un mismo disco encontramos el rhythm
& blues de un artista negro y la canción country de
un artista blanco, perfecta metáfora de lo que estaba sucediendo en el mundillo
musical del sur de los Estados Unidos. Aquella primera
grabación de un todavía desconocido Elvis provocó una
reacción insólita entre los oyentes de la ciudad: la emisión radiofónica de su
primer single desencadenó un aluvión de llamadas telefónicas
que obligaron al locutor a pinchar «That’s all right» nada menos
que quince veces durante dos horas. Fue tal la demanda popular reclamando
información sobre el cantante que el locutor terminó llevándolo a su estudio
para entrevistarlo (¡aquella misma noche!), aunque un veto radiofónico rara vez
tenía este efecto rebote y generalmente perjudicaba mucho a los nuevos
lanzamientos.
El impacto inicial de su primer disco se produjo básicamente
a nivel local (Elvis aún tardaría unos cuantos meses en alcanzar repercusión
nacional) pero le bastó para vender nada menos que veinte mil ejemplares en la
región. El joven Elvis actuó incesantemente por el sur durante 1955, haciéndose
un nombre paso a paso con cada concierto. La bomba Presley estalló
definitivamente a principios de 1956, cuando asaltó el n.º 1 de las listas
estadounidenses gracias a la canción «Heartbreak Hotel». Aquella explosión
coincidió con sus primeras apariciones en la televisión nacional: cuando los
jóvenes telespectadores pudieron verlo actuando tal y como llevaba tiempo
haciendo ante el público sureño se produjo una oleada de histeria. Y no resulta
difícil entender la locura desatada por Presley: pensemos en una juventud
que buscaba sensaciones nuevas, cansada de los crooners estilo Frank
Sinatra y los artistas melódicos que tanto gustaban a sus padres. Es
verdad que en 1956 el rock and roll llevaba varios meses
triunfando, pero todavía se necesitaba una figura aglutinadora y Elvis
terminaría siéndolo. Si ya generaba impacto con su voz, verlo en movimiento
despertó un fenómeno sin precedentes porque jamás se había visto algo
parecido en la televisión; hizo que toda una generación perdiese la cabeza.
Para muchos padres resultaba intolerable que sus hijos se volviesen rebeldes y
estrafalarios en el intento de imitar a Elvis, o peor aún, que sus hijas se
excitasen de manera notoria al verlo en acción. Tanto era así que, como
sabemos, la televisión no tardó en obligar a Elvis a moderar sus intervenciones
para no rebasar los límites de lo que entonces se consideraba decente. No
obstante, para cuando lo sometieron a la censura ya era tarde, puesto que sus
primeras apariciones sin censura previa habían quedado grabadas en las retinas
de toda una generación, acostumbrada a contemplar artistas inofensivos en la
pequeña pantalla. Una generación que de repente había visto a Elvis hacer cosas
como esta (¡pónganse en el lugar de un telespectador de los años cincuenta!):
¿De dónde demonios había salido aquel individuo?
Naturalmente, Elvis Presley reunía en una rara conjunción absolutamente todas
las cualidades que se requieren para el gran estrellato. Era dinámico,
carismático, atractivo y hacía cosas que la mayor parte del público nunca había
tenido ocasión de contemplar. Su energía y capacidad de comunicación eran
inmensas. Y era blanco, lo cual ayudaba a promocionarlo en un país donde la
«música de negros» provocaba muchas reticencias entre una población no
precisamente exenta de prejuicios raciales. Podemos decir que sin Elvis Presley
la consolidación del rock and roll se hubiese producido de
manera distinta a como se produjo, esto es un hecho evidente. Pero también
resulta evidente que ni Elvis «inventó» el rock and roll, ni la
llegada de ese estilo de música al mainstream se debió única y
exclusivamente a su presencia. De hecho, el que el rock and roll se
pusiera de moda fue algo que se produjo sin su influencia directa.
Por último, para terminar este post, ahí va un videoclip de
la actuación de Queen en Montreal……según mi humilde opinión, el mejor grupo de
la historia, cantando la mejor canción de la historia:
Como siempre, he incluido estas reflexiones en mi blog
“Historias del LEAN”:
Que disfrutéis cada hora del fin de semana
Un cordial saludo
Alvaro Ballesteros
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