sábado, 30 de marzo de 2019

Mensajes amables de fin de semana: saber concentrarse es más decisivo para un niño que su coeficiente intelectual, Daniel Goleman dixit



Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:

Con la estructura del presente post pretendo hacer una pequeña reflexión sobre la importancia de la atención, de la capacidad de concentrar la mente en algo, de la enorme importancia de educarla para ello….y de que de ello dependerá en gran medida los resultados que tendremos en la vida
El primer apartado está dedicado al aclamado por la mayoría de los científicos como el experimento más bonito de la Física, el de la Doble Rendija: ahí, lo más impactante para mí es la decisiva influencia del observador en el resultado final del experimento
Después, pongo un extracto de la maravillosa entrevista que María Luisa Montero le hace a Daniel Goleman, el padre de La Inteligencia Emocional, donde Goleman destaca que es más importante para un niño la capacidad de concentrarse que su coeficiente intelectual
A continuación, hago mención a la entrañable entrevista que Pablo Motos le ha hecho a Toni Nadal esta semana, donde destaca que quizás lo mejor que le enseño a Rafa es que se concentrara al máximo en cada golpe
Dedico el último apartado a mis moléculas favoritas, los neuropéptidos, las llamadas “moléculas de la emoción”

Feliz lectura
  

El experimento de la Doble Rendija
Casi todos los científicos están de acuerdo que el experimento más bonito de la Física es el de la doble rendija




El experimento tiene varias cosas impresionantes, pero la más espectacular de todas es la influencia decisiva del observador en el resultado final
`Para los efectos que pretendo con este mail, solo me gustaría recalcar que ……!!!!que todo depende de la atención!!! 

“Saber concentrarse es más decisivo para un niño que su coeficiente intelectual” ( Daniel Goleman )




Considerado como uno de los psicólogos más influyentes de los últimos tiempos, Daniel Goleman irrumpió en el panorama internacional como autor del bestseller “Inteligencia Emocional”, traducido hoy a casi 40 idiomas y con una amplia repercusión en campos como la psicología educativa, la educación y el desarrollo personal.
Daniel Goleman fue profesor de psicología en la Universidad de Harvard y editor de la revista Psychology Today. En su faceta como periodista destacan su trabajos especializados en ciencia del comportamiento para The New York Times y dos nominaciones al Premio Pulitzer. Goleman señala que deberíamos enseñar a todos los niños y niñas a practicar y desarrollar la inteligencia emocional.
Apoyado en las últimas investigaciones neurocientíficas, el psicólogo destaca la importancia fundamental que juega hoy la capacidad de atención, ya sea como una forma de autocontrol, para mejorar la empatía con los demás o la comprensión del mundo que nos rodea, así como los beneficios de su entrenamiento: "La práctica de la atención es como un músculo. Si no lo utilizamos se debilita; si lo ejercitamos, se fortalece", afirma.
“El control cognitivo y la concentración pueden ser más decisivos para la vida de un niño que su coeficiente intelectual”, concluye.
Aconsejo enfáticamente leer toda la entrevista que le hizo María Luisa Montero a Daniel Goleman

El consejo que siempre la daba su tío Toni a Rafa Nadal para ser el mejor





Los neuropéptidos, las moléculas de la emoción
Los neuropéptidos son moléculas pequeñas, formadas por la unión de dos o más aminoácidos, y que se originan por transducción sináptica cerebral.
Forman parte de la familia de los péptidos ya que están unidos mediante enlaces peptídicos. Son similares, por su estructura, a las proteínas, se diferencian de ellas por su longitud menor.



Estructura de un neuropéptido de nueve aminoácidos: la oxitocina. Cada aminoácido está representado con un color y su respectiva abreviación.

Cuando se tiene un pensamiento, el cerebro produce sustancias que afectan a la persona, y lo que ésta siente es la producción y asimilación de esos neuropéptidos. 




La ciencia ha descubierto que cuando se tiene un pensamiento el cerebro produce sustancias que abren lo que se podría llamar una ventana.

Cuando el pensamiento concluye, la ventana se cierra.

Por ejemplo, cuando ve a la persona de sus sueños y siente amor, esa sensación increíble que le recorre el cuerpo no es otra cosa que una sustancia química.

Cuando se excita sexualmente se debe a que el cuerpo ha liberado otra sustancia química, y cuando ese desgraciado se le cruza de pronto con el auto sin esperar, y en ese momento al lector le gustaría tener consigo una pistola de rayos láser en el volante para desintegrar a ese sujeto...

Esa ira que siente, ese ácido corrosivo que aparece en el sistema circulatorio o el estómago, esa sensación es otra sustancia segregada por el cerebro.

¡Esas sustancias segregadas por el cerebro se llaman neuropéptidos!

La biología lleva años realizando investigaciones en este campo.

Lo que sabemos hasta ahora es que cuando se tiene un pensamiento, el cerebro produce sustancias que afectan a la persona, y lo que esta siente es la producción y asimilación de esos neuropéptidos. 

La respuesta del sistema inmune está condicionada por los pensamientos.

El sistema inmune no sólo escucha, sino que reacciona al diálogo emocional.

Es esto lo que afirma la ciencia médica: que las células que defienden el organismo tienen puntos concretos de recepción de neuropéptidos, las sustancias que produce el cerebro con cada pensamiento.

Y que la respuesta de esas células a los gérmenes patógenos varía dependiendo de que se fortalezca, se debilite o deje de funcionar totalmente a causa de esas sustancias.

“La mayoría de los psicólogos tratan la mente como separada del cuerpo, un fenómeno con apenas conexión con el cuerpo físico. Inversamente, los médicos tratan al cuerpo como desvinculado de la mente y las emociones. Pero el cuerpo y la mente no están separados y no podemos tratar ni entender a uno sin el otro” Dra. Candace Pert




“El cuerpo y la mente no están separados y no podemos sanar ni entender a uno sin el otro.”
Esta afirmación fue hecha por la Dra. Candace Pert, Prof. Investigadora del Departamento Fisiología y Biofísica, Georgetown University Medical Center. Los más de 25 años de investigación y especialización de la doctora Pert en la base molecular de los neuropéptidos y sus receptores, tanto en el cerebro como en el sistema inmunológico, han proporcionado la base científica para un nuevo campo de la medicina y la farmacología denominado como psiconeuroinmunología, ámbito que implica la comunicación entre mente y cuerpo y la importancia de las emociones como puente entre estas dos partes, habitualmente tratadas como separadas.
Las implicancias de estas investigaciones son enormes, así como las emociones reprimidas o negativas pueden enfermarnos, también el cuerpo puede ser curado a través de la mente, y la mente puede y debe ser curada a través del cuerpo. Es decir precisamos un enfoque que nos vea como UNIDAD y no como 2 aspectos separados mente versus cuerpo o cuerpo versus mente.
Como lo explica Pert (quien llamó a estos neuropéptidos “moléculas de emoción”), cada célula se comunica con las demás y todo el cuerpo sabe lo que está pasando. Cuando pensamos o interpretamos algo, el hipotálamo libera al torrente sanguíneo el péptido que corresponde al estado emocional y cada célula tiene receptores en su superficie que están abiertos a la recepción de estos neuropéptidos, así que todo el organismo es afectado por el estado emocional.
Cuando los receptores de las células sufren un “bombardeo” constante de péptidos, pierden sensibilidad, y necesitan de más péptidos para estimularlos, esto nos torna adictos a los estados emocionales.
Cuando atravesamos experiencias emocionales repetidas, similares, que dan lugar al mismo tipo de respuesta emocional, nuestro organismo desarrolla la necesidad de este tipo de experiencias (adicción). Y así se van creando conductas, modos de Ser y de Ver la vida. Y cuando esto perdura por años, puede incluso llegar a enfermarnos.
Lo bueno, es que esto es factible, el cambio es posible. Las nuevas investigaciones en neurociencias, hablan de la capacidad plástica del cerebro: plasticidad cerebral, podemos “cambiar el cableado”, reordenar las conexiones entre las células o redes neuronales (neuroplasticidad), como también el cerebro puede producir nuevas células cerebrales (neurogénesis); estos son dos descubrimientos revolucionarios, que puede cambiar la manera de abordar la vida, la salud.
Este cambio lo podemos hacer con nuevas ideas que permitan ampliar el campo de asociaciones mentales limitantes en el que nos movemos y prácticas como la auto-observación, el registro corporal y la relajación ,lo que nos llevará a lograr verdaderos cambios en el estilo de vida, en la interpretación de los acontecimientos, y a hacer cosas nuevas y creativas.

Entrevista con la Dra Candace Pert, autora del libro “Las moléculas de la emoción”







Como siempre, he incluido estas reflexiones en mi blog “Historias del LEAN”:

Que disfrutéis cada hora del fin de semana

Un cordial saludo
Alvaro Ballesteros












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