Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:
Las Meditaciones de Marco Aurelio, libro que me recomendó mi
admirado profesor de Filosofía en el colegio Maravillas, de Madrid, cuando
tenía 15
años, siempre me han fascinado
Marco Aurelio es una mezcla única de filósofo y
poder….fueron escritas hacia el año 170 D.C., y aún a día de hoy las veo de una
actualidad demoledora, irrebatible
Por cierto, Marco Aurelio era un filósofo estoico
Ya a nivel de anécdota, simplemente recordar la aparición de
Marco Aurelio en la película “Gladiator”, como padre de Cómodo
Adjunto encontraréis los links que, sobre este tema, más me
han gustado en Internet
Meditaciones de
Marco Aurelio: 10 cosas que puedes aprender de la vida
https://entusiasmado.com/10-cosas-que-puedes-aprender-de-la-vida-con-las-meditaciones-de-marco-aurelio/
Marco Aurelio es un caso casi único en el mundo. Emperador y
sin embargo filósofo estoico. Pocas personas han sido capaces de analizar la
vida y el ser humano como él. Y podemos aprovechar la sabiduría de las
meditaciones de Marco Aurelio para conocer un poco mejor el mundo. Vamos a
ver 10 de sus citas.
“La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de
ella.”
La actitud es esencial.
La manera de mirar las cosas es fundamental. A veces vendrán cosas buenas y a
veces vendrán cosas malas, y sin embargo los pensamientos son los que
determinarás como vives la vida.
“Nunca discutas con un superior. Corres el riesgo de tener
razón.”
De una manera divertida ( no muy propia de él por otro lado)
, Marco Aurelio te indica una verdad esencial. La posibilidad de que alguien
agradezca que le demuestres que está equivocado es muy escasa. Es mucho más
probable que quede resentido contigo.
“Acuérdate en adelante, cada vez que algo te haga estar
triste, de recurrir a esta máxima: que la adversidad no es una desgracia, antes
bien, el sufrirla con grandeza de ánimo es una dicha.”
Esta es una de mis preferidas. Si eres capaz de pasar por
una circunstancia negativa con entereza, sin debilidad, sin auto-compadecerte,
convertirás algo malo en una fuente de poder y de conocimiento. Será una forma
de forjar tu carácter y hacerte mucho más de lo que eras antes.
“Es ridículo no intentar evitar tu propia maldad, lo cual
es posible, y en cambio intentar evitar la de los demás, lo cual es imposible.”
Tu capacidad de influir sobre la conducta de los demás es
mínima. Sin embargo sí que tienes mucha más capacidad de influir sobre tu
propia conducta. ¿Por qué no te centras en eso, y dejas de intentar el
imposible de hacer que los demás se comporten de otra manera?
“Recuerdo a los hombres famosos del pasado: Alejandro,
Pompeyo, Julio César, Sócrates, y tantos otros; y me pregunto: Ahora ¿dónde
están? ¡Cuánto han luchado, para luego morir y volverse tierra…! La vida no es
sino un río de cosas que pasan y se pierden. Veo una cosa por un instante, y ya
pasó; y otras y otras pasarán… Pronto me llegará la orden: -Te has embarcado;
has navegado; has llegado; desembarca...”
Hagas lo que hagas. Seas lo poderoso que seas, llegará el
momento en que mueras. Y para la muerte todos somos iguales. Aunque hayas
fundado Facebook o Google o Youtube, aunque hayas conquistado Asia. Serás tan sólo
un cadáver. Esto puede parecerte triste, pero por otro lado es enormemente
liberador pensar que todo lo que deseamos tiene una importancia relativa y
temporal. Que nada debería afectarnos demasiado.
” Tienes poder sobre tu mente – no sobre los acontecimientos
externos. Date cuenta de esto, y encontrarás la fuerza.”
Puedes dedicar toda tu vida a cambiar lo que ha ocurrido, y
no conseguirás mover ni un milímetro lo que ha pasado. El sentido de esta frase
es igual que el de la famosa Oración de la Serenidad cuando dice: “Dios,
concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el valor
para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para conocer la
diferencia.”
“El objeto de la vida no es estar en el lado de la
mayoría, sino para escapar de encontrarse a sí mismo en las filas de los
locos.”
Hay una tendencia en nosotros a seguir al rebaño, a
ser uno más. A asustarnos cuando caminamos en contra de todos. Sin embargo es
más importante ser capaz de reflexionar y alejarnos de la locura de las
multitudes. De conseguir ser nosotros mismos a pesar de lo difícil que sea
alejarse de la corriente.
“Si la fama llega después de la muerte, no tengo prisa en
conseguirla.”
Incluso si tu fama te sobrevive, ¿ de qué te servirá cuando
estés muerto?. Puede ser que Steve Jobs sea ahora citado por todos, admirado y
puesto como ejemplo. Pero ¿le sirve a él de algo eso?.
“No desprecies la muerte, acéptala de buen agrado, porque
forma parte de lo establecido”.
La muerte nos asusta, pero no podemos huir de ella. Alguien
dijo alguna vez que la vida consiste en aprender a morir. Y en parte es cierto.
Cuando llegue, más vale que estés preparado.
” Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho.
Todo lo que vemos es una perspectiva, no es la verdad. “
No hay manera de conocer la realidad, sólo podemos ver
nuestra perspectiva de la realidad. Una perspectiva influida por lo que somos,
por lo que hemos vivido, por lo que creíamos ya. Por eso digamos lo que
digamos, es solo una manifestación de nuestra perspectiva de la realidad, y no
un hecho derivado de la realidad misma.
“Meditaciones”, la guía para bien vivir
Dentro del mundo de la filosofía, existen libros de una
mayor o menor utilidad práctica. Algunos tienen un lenguaje claro y
ofrecen enseñanzas simples, concisas, que pueden mejorar nuestra vida si
logramos asimilarlas correctamente. Meditaciones, del
emperador romano Marco Aurelio, es uno de esos libros. Esta obra, que el
emperador escribió para sí mismo como manera de recordar y tener a mano los
principios de la filosofía que adoptó, el estoicismo, es uno de los mejores manuales de
ética que nos ha dado la historia.
En él, Marco Aurelio nos explica, mediante párrafos
cortos y un lenguaje muy cercano, cuáles son sus principios y las ideas que
guiaron su vida, cuyo resultado no fue otro que pasar a la historia como
uno de los mejores gobernantes que han existido. Es, por lo tanto, un libro de
más que recomendable lectura, especialmente para aquellos que comienzan a
acercarse al estudio de la filosofía o a aquellos que, por la razón que sea,
están atravesando un momento difícil en su vida. Y es que la filosofía estoica si
por algo se ha hecho famosa, es por la tranquilidad de espíritu que ofrece. No
es casualidad que cuando decimos que alguien se toma las cosas “con filosofía”,
por lo general nos referimos a las ideas de los filósofos de la Stoa (Zenon,
Cleantes, Crisipo, Posidonio, Séneca, Epicteto, etc.).
Meditaciones, que el emperador Marco Aurelio
escribió para sí mismo, es uno de los mejores manuales de ética que nos ha dado
la historia
El lector atento podrá encontrar en esta obra, además,
ideas presentes en otros movimientos filosóficos de enorme influencia -como
el taoísmo o el budismo orientales o el
pensamiento de Heráclito y los cínicos-, así como un sinnúmero de consejos
prácticos aplicables a su propia vida. Y es que algunos conceptos del
estoicismo siguen tan vigentes hoy como la primera vez que fueron expuestos hace
ya miles de años.
Determinismo
Para Marco Aurelio, como para el resto de los estoicos,
hay un elemento fundamental que define todos los demás aspectos de su
filosofía: el determinismo. El ser humano no es libre, sino que la
vida de cada uno está perfectamente prefijada por su destino. No importa
aquello que hagamos, ni aquello que vivamos o las elecciones que tomemos: todo
está ya escrito de antemano. No sólo eso, sino que es así para bien. Es la
naturaleza humana, en perfecta sintonía con la voluntad divina, la que
establece cuál será el curso de nuestra vida.
Puesto que esta está determinada, lo único que hemos de
hacer nosotros es actuar conforme a nuestra naturaleza, es decir, respetando
nuestro destino. No existe alternativa, y si la perfecta inteligencia de la
naturaleza nos lo ha impuesto es porque así es como ha de ser.
La filosofía de la tranquilidad
Es de ese modo que los estoicos logran la gran
característica que los ha hecho famosos: la ataraxia. La
imperturbabilidad de ánimo. Al aceptar las cosas que suceden como parte de su
destino, los estoicos dejaron de lado las preocupaciones, las frustraciones y,
en general, cualquier emoción. Vivían por y para la razón, elemento definitorio
de la naturaleza humana.
De esta manera, este –corto en extensión, pero grande en
contenido– libro, se convierte en un soberbio manual de ética estoica, plagado
de consejos prácticos. A través de sus páginas, el emperador –y quizá por su
título llame aún más la atención de su mensaje– nos invita a vivir frugalmente,
alejándonos de los placeres y pasiones animales, y a centrar nuestra existencia
en vivir conforme a la naturaleza racional del hombre.
Los estoicos vivían por y para la razón, elemento
definitorio de la naturaleza humana
Especifican estas Meditaciones que el
ser humano sabio y virtuoso ha de alejarse tanto de los recuerdos del pasado
como de las expectativas del futuro, por la sencilla razón de que
ambos no existen. El pasado ya no es, el futuro no ha llegado. Por tanto, es
inútil gastar nuestra energía pensando en ellos. Toda nuestra atención ha de
estar en el presente, único tiempo en que tenemos poder. Además, este es el
único modo de proceder acorde a la lógica: no hemos de preocuparnos por el
futuro porque está predeterminado y, aunque quisiéramos, no podríamos
cambiarlo. Debemos abandonarnos a lo que sea que ocurra sin preocuparnos. No
sólo porque sea lo mejor y necesario, sino porque, cuando llegue el momento, lo
abordaremos con la misma entereza y buen juicio que tengamos hoy.
La vida es, por tanto, realmente brevísima. Puesto
que no poseemos más que el ahora, el instante presente, no hemos de perderlo en
fantasías o esperanzas. Todo en la vida estoica –acto, palabra o pensamiento–
va encaminado a un fin, que no es otro que el perfeccionamiento personal. De
este modo, Meditaciones nos persuade de no vivir tratando de
adivinar las consecuencias de nuestros actos. No hemos de buscar fines
concretos. Hemos de actuar bien, buscando la máxima virtud posible… y será lo
que tenga que ser. No son de nuestra incumbencia las consecuencias de nuestros
actos, sino de los dioses que han trazado el plan.
Esta visión, la de comportarnos como actores en una obra
escrita por otro, puede parecer profundamente deprimente para algunos –¡qué
clase de vida es una que carezca de emociones!–, pero se revela exactamente
como el estoico la defiende: libre de dolor. Una existencia profundamente en
paz, sin frustraciones ni preocupaciones. Una docilidad espiritual que
sustituye todo eso que altera la calidad de nuestra vida por una profunda
calma. Marco Aurelio lo explica así:
“Cuando busquemos un modelo de vida, fijémonos en una
piedra de la playa. Es batida continuamente por las olas, pero ella permanece
inmóvil y tranquila, y al final, en torno a ella se calman las aguas”.
El pasado ya no es, el futuro no ha llegado. Toda nuestra
atención ha de estar en el presente. Además, el futuro está escrito y, aunque
quisiéramos, no podríamos cambiarlo
Indiferencia ante la muerte
Incluso ante el trance de la muerte nos convence Marco
Aurelio de mantener nuestro ánimo reposado y en paz. La muerte, lo mismo
que la vida y los sucesos que en ella experimentamos, escapan por completo a
nuestro control. ¿Por qué preocuparnos entonces? La misma llegará cuando deba
hacerlo, sea mañana o dentro de 50 años. No importa.
El sabio reconoce que no es más que una minúscula pieza
dentro del gigantesco tablero de juego del universo. Sabe que, por
mucha fama, riqueza o poder que tenga, pasará al olvido como los millones de
seres que vivieron antes que él. Consciente del minúsculo papel que tiene
dentro del plan global elaborado por los dioses, se limita a vivir su vida
mejorándose y aceptando lo que le toca vivir. Y cuando esta termina, la entrega
del mismo modo que la vivió: en paz.
Simplifícate
Podemos observar, por todo lo anterior, que en el libro
Marco Aurelio hace una encendida apuesta por simplificar nuestra existencia. Fuera
preocupaciones, objetivos y dolores. No nos harán vivir mejor y, además, no se
adecuan a nuestra naturaleza humana. Huyamos de los placeres, de los apegos y
de las opiniones de quienes nos rodean. No importan. Todo está trazado ya,
incluso para aquellos que no lo creen.
¿Perder el tiempo discutiendo? ¿Para qué? Si
alguien tiene voluntad de oírte, podrás persuadirlo tranquilamente; si no,
aléjate. Tu vida es muy breve, aprovéchala siendo un hombre de bien.
¿Buscas descanso? No viajes o te refugies en la soledad
de la naturaleza. No lo necesitas, porque existe un lugar donde están
todas las respuestas y la paz que anhelas: tu interior. Esto es así porque
tienes en ti mismo la razón, la cualidad divina que te conecta con el universo.
Olvida lo externo, no es importante. Lo externo no lo puedes controlar, no
depende de tu voluntad. Lo único que de verdad importa es aquello que nadie te
puede quitar: tu mente. Domínala y ella dominará tus acciones, instándote a
vivir racionalmente, único objetivo del ser humano. Todo lo demás te será dado
por añadidura.
Lo único que importa es aquello que nadie puede quitarte: tu
mente
El buen vivir
De este modo vivir bien es realmente muy fácil. Y
precisamente en esa sencillez está la paz espiritual. No es extraño que el
estoicismo encontrara su hueco en los periodos convulsos de nuestra historia.
Muchos han sido los hombres, filósofos o no, que han tomado los principios de
la ética estoica como guía. Frente a otras escuelas filosóficas que nos cargan
con la responsabilidad de nuestra vida, poniendo sobre nuestras espaldas el
peso de todo aquello que nos acontece, el estoicismo nos ofrece una alternativa
liberadora.
¿Filosofía para débiles que quieren escurrir el bulto? Tal
vez… si es que podemos considerar débiles a quienes, como Marco Aurelio o
Epicteto, fueron capaces de alcanzar el máximo dominio de sí mismos, lo cual,
por cierto, es algo muy parecido a ser verdaderamente libre.
Por último, ya dentro de la página web de filosofía&co.,
para los que este artículo haya logrado enamorar de las creencias de esa rama
tan interesante de la filosofía…y por tanto de la vida que propugnan los
estoicos, sugiero el siguiente post, que hace una hermosa introducción sobre el
estoicismo, para terminar recomendando un precioso libro:
Un paseo de la mano de los estoicos:
El estoicismo fue la corriente filosófica que fundó Zenón
de Citio en el 301 a. C. y que impartía en la stoa (de
ahí el nombre): el pórtico pintado del ágora de Atenas. No nos centraremos aquí
especialmente en sus ideas, pues las hemos tratado en profundidad en
otros artículos,
pero señalaremos que cuando solemos decir que alguien se toma las cosas “con
filosofía” hacemos referencia a esta corriente.
“Cómo ser un estoico”, de Massimo Pigliucci, publicado por
Ariel.
Pigliucci, que se identifica como estoico ya en las
primeras páginas del libro, nos guía a través de sus conversaciones con su
“maestro”, que no es otro que uno de los grandes estoicos que nos ha dado la
historia: Epicteto. A través de sus experiencias personales, el autor italiano
(doctor en genética, biología evolutiva y filosofía, materia esta última de la
que es profesor en el City College de Nueva York, donde reside desde los años
90) reflexiona acerca de las enseñanzas estoicas y de las aplicaciones de estas
hoy. “En el estoicismo he encontrado una filosofía racional y amistosa con
la ciencia que incluye una metafísica con una dimensión espiritual, que
explícitamente está abierta a revisión y, lo que es más importante, es
eminentemente práctica. Los estoicos aceptaron el principio científico de la
causalidad universal (…), pero también creían que el universo está estructurado
según lo que llamaban logos, que se puede interpretar como dios o simplemente
como lo que a veces recibe el nombre de “Dios de Einstein”: el hecho sencillo e
indudable de que la naturaleza resulta comprensible a través de la razón”.
“En el estoicismo he encontrado una filosofía racional y
amistosa con la ciencia que incluye una metafísica con una dimensión
espiritual, que explícitamente está abierta a revisión y, lo que es más
importante, es eminentemente práctica”
Como podemos ver, el estoicismo, como filosofía práctica,
se presta especialmente a la propuesta del autor. De este modo
recorremos las páginas leyendo cómo Pigliucci confronta sus ideas con las
diferentes visiones metafísicas y religiosas del hombre de a pie, con sus
enfermedades, problemas, incertidumbres, etc., que le acosan en el día a día.
Un paseo con Epicteto
Pese a que el hilo conductor de todo el relato es la
figura de Epicteto –como nos explica el autor, todo estoico tiene un
autor predilecto, y el suyo es este–, no es el único referente que podrá
encontrar el lector. Aquí se dan cita la mayoría de grandes nombres del
estoicismo, desde su fundador, Zenón, hasta el emperador Marco Aurelio, pasando
por Crisipo, Musonio Rufo, el ya citado Epicteto, su discípulo Flavio Arriano
(a quien debemos el transcribir las dos obras principales del pensamiento de
Epicteto, Manual de vida y Disertaciones, pues
el autor griego no escribió nada en su vida), o el polémico Lucio Anneo Séneca,
otro de los favoritos del público por su claridad expositiva y sus excelentes
aforismos. Y no solo ellos, sino también filósofos posteriores (San Agustín,
Montaigne, Spinoza) que tomaron en consideración sus ideas para
elaborar las suyas propias.
Lo cierto es que el estoicismo, como filosofía, es una de
las vertientes de esta que mayor adaptabilidad e influencia ha logrado a lo
largo de los siglos. Tuvo su gran apogeo durante la época
grecorromana, pero incluso tras la clausura de la Stoa por el
emperador Justiniano en el 529 d. C., sus enseñanzas para alcanzar la paz en la
vida han atrapado a millones de personas en todo el mundo. Y es que su premisa
básica de que hemos de preocuparnos únicamente de aquello que depende de
nosotros -y aceptar el resto- se ha demostrado como un soporte firme durante
periodos verdaderamente convulsos, al tiempo que los expertos en el tema han
logrado establecer sinergias entre el estoicismo y filosofías y religiones a lo
largo y ancho del globo. Puede que, sencillamente, el estoicismo nos atraiga
porque pretende, ante todo, ayudar a las personas a vivir de la mejor manera
posible y desarrollar nuestro autocontrol, que es la única manera de ser
verdaderamente libres y no esclavos de nosotros mismos.
Puede que, sencillamente, el estoicismo nos atraiga porque
pretende, ante todo, ayudar a las personas a vivir de la mejor manera posible
Filosofía para vivir en el mundo
Pigliucci reconoció en su día las oportunidades y
proyección de estas ideas, de manera que todo el libro se configura como un
catalizador para atraer al lector, invitándole a sumarse al movimiento. Para
ello, además de las explicaciones de rigor y el desarrollo de la filosofía en
su contexto, utiliza historias personales –tanto propias como ajenas–, noticias
y estudios para demostrar sus conclusiones. Conocemos entonces a personajes que
se han valido del estoicismo para, por ejemplo, mantener la esperanza mientras
sufrían torturas, o lograr superar una depresión severa, o soportar con
ecuanimidad situaciones y reveses diarios (el ejemplo que nos da el autor
reflexionando sobre el robo que sufrió en el metro de Roma es especialmente
destacable).
Se trata, por tanto, de un libro muy recomendable, que
nos ha gustado especialmente por su claridad y estilo narrativo, así como por
la profundidad y acierto de su mensaje. Un libro que no se mete en farragosas
explicaciones ni hace abuso de tecnicismos, sino que, muy al contrario, se
adapta a cualquier tipo de lector, consiguiendo engancharle desde las primeras
páginas en sus disquisiciones y enseñarle los principios de esta maravillosa
filosofía. Una de las grandes sorpresas de la temporada y un comienzo
inmejorable para conocer los principales entresijos de una de las corrientes de pensamiento más útiles que nos ha
transmitido la historia.
Como siempre, he incluido estas reflexiones en mi blog
“Historias del LEAN”:
Que disfrutéis cada hora del fin de semana
Un cordial saludo
Alvaro Ballesteros
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