sábado, 17 de diciembre de 2016

Mensajes amables de fin de semana: un españolito, en la punta de lanza de la biotecnología mundial....!!!revertir el envejecimiento es posible!!! ...y fabricar órganos en animales,...!!! que luego se puedan implantar en humanos, también!!!


Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:

Quiero dedicar este escrito a dos maravillas que nos ha dejado el Equipo de Izpisúa, uno de esos españolitos que triunfan "por ahí fuera", donde nadie regala nada......"chapeau", Juan Carlos 

El Equipo de Izpisúa logra revertir el envejecimiento

Juan Carlos Izpisúa es un murciano que ahora presta sus servicios en el Laboratorio de Expresión Génica de Salk

Las razones por las que está allí, y se fue de aquí pueden ser objeto de otro escrito, pero ahora me importa más resaltar mi asombro por un descubrimiento que acaban de anunciar en la revista Cell: detener el envejecimiento, mediante la reprogramación celular

El japonés Yamanaka descubrió por casualidad, pero lo descubrió al fin y al cabo ( en estos casos, siempre me viene a la memoria mi lema favorito, de Pablo Picasso: “la inspiración existe, pero te tiene que encontrar trabajando” )  que introduciendo una combinación de cuatro genes, conocida como OSKM, la célula adulta se convierte de nuevo en una célula madre pluripotente ( similar a la embrionaria ), es decir, con capacidad de dividirse indefinidamente y convertirse en cualquier tipo de célula de nuestro organismo 

Los investigadores primero aplicaron la reprogramación parcial -indujeron los factores de Yamanaka sólo de dos a cuatro días- en células de la piel de ratones con progeria. Esas células rejuvenecieron, pero no tanto como para alcanzar la pluripotencia y perder su identidad como células de la piel.

El siguiente paso fue usar el mismo método en ratones vivos con progeria, con grandes resultados: los roedores reprogramados parecían más jóvenes que los no tratados. Su función cardiovascular y la de otros órganos mejoró, y además vivieron un 30% más de tiempo que los no tratados y sin desarrollar cáncer.

"No hemos corregido la mutación que causa el envejecimiento prematuro en estos ratones. Alteramos el envejecimiento cambiando el epigenoma, lo que sugiere que el envejecimiento es un proceso plástico, que se puede manipular", comenta Izpisúa Belmonte, que explica que aún no conocen los cambios de una manera específica. "Sabemos que ciertas marcas epigenéticas aumentan con la edad, otras disminuyen y otras cambian de lugar en el genoma o se modifican. Aunque conocemos muchos de estos cambios, en estos momentos desconocemos cuáles son causa o consecuencia del envejecimiento. Lo que sí sabemos es que la reprogramación celular es un proceso que actúa a través de cambios epigenéticos y que rejuvenece las células. Sabemos que los animales y células en nuestro estudio rejuvenecen por cambios epigenéticos, pero desconocemos exactamente cuáles son las marcas y los cambios que son responsables de este proceso".




Otro “regalito” del brillante cerebro de Juan Carlos Izpisúa a la humanidad
La primera vez que oí hablar de Juan Carlos fue por otra maravilla que nos dejó hace poco:

Conseguir fabricar órganos en animales que se puedan implantar y que funcionen en el organismo de un paciente

Es un sueño que persiguen muchos investigadores: poder disponer de riñones, corazones, hígados, páncreas... a la carta será algún día una realidad en la que aún no hay plazos. Mientras tanto, los avances que está consiguiendo el equipo de Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk de California, abren una puerta a la esperanza ante la falta de órganos disponibles para el trasplante.

La idea es bien sencilla. Se implantan células pluripotenciales -las que se pueden convertir en células de cualquier órgano si escuchan las señales adecuadas- en un embrión de cerdo para conseguir órganos con células humanas. ¿Cuál es el problema? Que por ahora se desconocen las señales necesarias para que esas células puedan fabricar un órgano concreto. «Como desconocemos las señales que hay que darle a las células para que se conviertan en un determinado órgano, hemos decidido que sea el embrión quien nos lo diga. Dejamos que la naturaleza haga lo que nosotros no hemos conseguido en el laboratorio», explica a EL MUNDO Izpisúa, que presidió ayer la entrega de la XIII Convocatoria Anual de Ayudas a la Investigación Científica en Salud de la Fundación Mutua Madrileña.

Hasta ahora, ha estado trabajando en conseguir unas células pluripotenciales in vitro. En este proceso llevan nada más y nada menos que 10 años. El año pasado empezaron a ver los primeros frutos y durante éste último, el laboratorio de Izpisúa ha perfeccionado la técnica, lo que les ha permitido tener unas células con unas condiciones realmente pluripotentes.

Una vez conseguidas estas células pluripotentes verdaderas, que son las únicas capaces de diferenciarse en otro animal, las han introducido en el cerdo para ver cómo se comportan. Es la forma de ver qué hacen, los problemas que aparecen y cómo se pueden resolver.

La clave de todo está en que sean capaces de integrarse en el embrión justo cuando se está formando y escuchar todas las señales que les da para que se diferencien en los más de 250 tipos celulares que constituye un organismo. Es decir, las células humanas y las porcinas tienen que hablar el mismo idioma para que puedan entenderse y dirigirse al mismo objetivo: generar órganos.

Dicho objetivo se podrá conseguir cuando se expresen unos determinados marcadores y se comparta la información genética necesaria, que es en lo que está trabajando ahora el equipo de Izpisúa. «Esas células nos permitirán empezar a generar estructuras y órganos. Nosotros trabajamos en animal, llevamos más de 10 años en la placa Petri, pero no se ha avanzado nada. Mientras que en el embrión eso sucede todos los días. Por eso, pensamos que es la mejor opción; usar la información que da el embrión para mejorar y perfeccionar esa diferenciación celular», apunta Izpisúa, quien comenta que ya han conseguido un ejemplo con nefronas, las células de los riñones. Estos resultados verán la luz en breve, en un estudio que está a punto de publicarse en una revista científica.

De esta forma, los cerdos se han convertido en un laboratorio viviente para el equipo de investigadores liderado por el español, quienes están trabajando en el proceso de fabricación de órganos con células totalmente pluripotenciales.

Noticia aparecida en la CNN EL 9 DE Junio de 2016:
Órganos humanos cultivados en cerdos podrían ayudar a pacientes en espera de trasplantes





Cada día, 22 personas en Estados Unidos mueren mientras esperan trasplantes, de acuerdo con estadísticas federales.

En un intento por resolver la escasez, los investigadores de la Universidad de California en Davis han creado embriones que tienen células humanas y de cerdo.

Esas células son creadas tomando células madre de humanos de la piel o el pelo de un adulto, usándolas en embriones de cerdo e inyectándolas en el útero del animal.

El embrión necesita unas semanas para madurar, para de esa forma permitir a los científicos si el procedimiento fue exitoso. Luego de 28 días, se interrumpió el proceso de gestación y se analizaron las células restantes.

Además de cultivar órganos para trasplantes, esta tecnología puede ayudar a tratar personas con enfermedades graves como la diabetes, dice el científico Juan Carlos Izpisua Belmonte del Instituto Salk para Estudios Biológicos en La Jolla, California.

Belmonte está trabajando con Pablo Ross, de la UC en Davis sobre este tema. Su trabajo esta financiado en parte por el Departamento de Defensa y el Instituto de Medicina Regenerativa de California.

Llegar al punto de crear órganos híbridos es posible debido a la combinación de dos técnicas innovadoras en biología de células madre y de tecnología de geno-edición.

Los científicos pueden eliminar una parte del ADN del animal, como el del páncreas, por tanto el embrión del cerdo no tendrá la información que necesita para generar ese órgano en particular.

Entonces, las células madre entran en acción. Una vez inyectado en el embrión, las células madre adultas comenzarán a trabajar en crear el páncreas. Debido a que los embriones no tienen sistema inmune, no podrán ser rechazadas por las células externas.

El siguiente paso, que según Belmonte es todavía un sueño, es que esos órganos viejos, dañados o enfermos de los humanos puedan ser reemplazados, salvando miles de vidas cada año.




Que disfrutéis cada hora del fin de semana

Un cordial saludo
Alvaro Ballesteros




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