sábado, 29 de junio de 2019

Mensajes amables de fin de semana: Vega, Deneb y Altair (las tres bellezas del verano), Orfeo, Eurídice, Perséfone, Demeter y Hades


Estimad@s Clientes y/o amantes del LEAN:

En estas noches de canícula brillan en el firmamento en todo su esplendor “las tres bellezas del verano”: Vega (de la Constelación de Lira), Deneb (de la Constelación de El Cisne) y Altair (de la Constelación de El Aguila)




Se pueden detalles de este precioso triángulo precioso en el siguiente link:

En la Constelación de El Cisne hay un agujero negro, el Cygnus X-1, aunque realmente se trata de algo mucho más apasionante: es un sistema binario, compuesto por ese propio agujero negro y una estrella, que orbitan uno alrededor de la otra
El 15 de Junio de 2015, astrónomos de todo el mundo pudieron observar por primera vez, y con gran precisión, el momento en que ese agujero negro engulle y expulsa masa procedente de la estrella vecina. Se trata de un objeto muy voraz que se ha despertado después de 26 años.
En un sistema binario de estas características "las capas externas de la estrella se sienten más atraídas por la gravedad del agujero negro que por la de la propia estrella, así que se empieza a transferir material en torno al agujero negro y se forma un disco de acreción".
"Cuando el disco es suficientemente denso, se producen inestabilidades que precipitan la caída del material acumulado sobre el agujero negro y dan lugar a las erupciones que se observan actualmente", ha apuntado.
Es decir, tras una larga temporada de quietud, en la que no se emiten rayos X, cuando el agujero negro "engulle" esta materia, se generan rayos X y radiación en altas energías. "Lo que nosotros vemos inicialmente es un aumento brusco de brillo a muy altas energías", ha señalado el investigador.
Según ha explicado, la materia se aproxima al agujero negro y parte de ella se transforma en energía por un mecanismo que está, de algún modo, íntimamente ligado a la expulsión de parte de esa materia. Estas eyecciones pueden ser estudiadas por primera vez con telescopios ópticos.







Detalles adicionales acerca de cómo funciona el agujero negro Cygnus X-1, en la web de la NASA:

Detalles de la expectación creada, en la web del Instituto de Astrofísica de Canarias:

En cuanto se confirmó este fenómeno, el Gran Telescopio CANARIAS activó un Target of Opportunity, unas observaciones reservadas para eventos extraordinarios, y desde la noche del día 17 están trabajando en ello Teo Muñoz-DariasJorge Casares y Daniel Mata Sánchez, del Instituto de Astrofísica de Canarias. “Gracias al gran tamaño del área colectora del espejo del GTC, podemos tener espectros cada muy poco tiempo: uno cada cien segundos. Estamos viendo líneas de emisión típicas de estos sistemas cuando están activos y, además, vemos que hay detalles de estas líneas que cambian rápidamente. Concretamente, detectamos variaciones que nos indican que parte del material es también expulsado del sistema a grandes velocidades. Hemos visto que el sistema no sólo está activo en rayos X, sino en todo el espectro”.

De todos los aspectos mitológicos involucrados en estas tres constelaciones, esta vez me centraré en Lira, para explicar una bella historia de amor, la de Orfeo y Eurídice, y el origen, según los griegos, de las estaciones en la Tierra, debidas a las tribulaciones de Hades, Perséfone y Demeter  

Mito de Orfeo y Euridice – una historia de amor




Orfeo era hijo de Apolo el dios de la música y de Calíope musa de la poesía, su padre le obsequió una lira, instrumento musical de cuerdas en forma de letra u. Su arte divino era tan sublime que cautivaba el corazón de las mujeres más hermosas, con su música deleitaba los oídos de mortales y dioses.
Hasta que un día en la naturaleza que tantas veces se había doblegado ante su música encontró a la criatura más bella, la ninfa Euridice un espíritu con forma de mujer que habitaba en los campos, ríos y bosques; pocos segundos de ver el reflejo de la ninfa en el agua bastaron para que Orfeo sucumbiera ante su amor. Cuándo Orfeo y Euridice por fin se encontraron el amor brotó con tal fuerza que nada en este mundo parecía poder separarlos y en poco tiempo decidieron enlazar sus vidas en matrimonio.
Solo había una cosa que Orfeo amaba más que la música y era su joven esposa, su idilio era como una perpetua primavera, Orfeo y Euridice eran tan felices que despertaban oscuros sentimientos de envidia entre los mortales cuya felicidad era efímera.
Un día mientras Euridice recogía frutas en el bosque es observada por un Sátiro, una horrenda criatura mitad chivo, mitad hombre, conocido por sus incontrolables instintos sexuales, la bestia se abalanzó sobre la joven y ella trató de escapar pero el Sátiro la acorraló, ella dio un paso hacia atrás y cayó sobre un nido de serpientes venenosas.




Orfeo la encontró pero era demasiado tarde Euridice había muerto después de sufrir terribles espasmos de dolor, sintiendo el veneno envolver su cuerpo quitándole la vida lenta y dolorosamente, ahora se encontraba en el reino de Hades el señor del inframundo.
Orfeo se sentó a orillas del río a tocar en su lira canciones tan tristes y dolorosas que todas las ninfas lloraron amargamente la muerte de Euridice. El artista se sentía muerto por dentro y sin tener nada que perder decidió retar a Hades para traer de vuelta a su esposa con vida usando como única arma su instrumento musical.
Inició su viaje al lugar donde nadie vuelve, descendió a las profundidades de la tierra, el primer obstáculo en su camino fue el Río Estigia que limita la tierra y el mundo de los muertos, Caronte encargado de transportar las almas al otro lado en una barca, al ver que el hombre estaba vivo se negó a llevarlo.
Orfeo tomó su lira e interpretó una canción suave casi imperceptible que evocaba la tenue marea de aquel río negro y la tranquilidad de su oscuro barquero, Caronte conmovido accedió a llevarlo sobre su barca al otro extremo del río. En la orilla se encontraba Cerbero el guardián del inframundo, un aterrador monstruo gigante con forma de perro de tres cabezas, ante él Orfeo tocó una melodía plácida y reconfortante que hizo sucumbir a la bestia en un profundo sueño, el músico aprovecho la oportunidad atravesar las enormes puertas de hierro que conducen al inframundo.
Continuó el camino hasta hallar a Hades el dios de la muerte, con notas delicadas de amor y esperanza le rogó por el retorno de Euridice a la vida, el temible dios lo miró fríamente sin indicios de compasión pero aceptó su petición poniéndole como condición que no podía ver el rostro de su amada hasta salir de las profundidades del inframundo, debía avanzar hasta la salida confiando que su esposa seguiría sus pasos durante el viaje de regreso al mundo de los vivos sin voltear a mirarla.
Orfeo avanzó entre las piedras sosteniendo una frágil mano que debía ser la de su esposa pero el silencio abismal lo hacía estar inseguro, pensó que había sido traicionado por Hades y que entre sus dedos estaba la mano de otra mujer.




Al ver la luz del sol en la salida de la cueva Orfeo sintió ganas de mirar hacia atrás, su cuerpo estaba en la luz pero el de su esposa estaba a un paso de salir de las sombras, vencido por la curiosidad giró su cabeza para cerciorarse que Euridice se encontraba junto a él, en ese instante la mujer es halada con fuerza por manos sombrías devuelta al inframundo, fue esa la última vez que pudo contemplar el rostro de su amada esposa.
Quiso volver a descender pero la entrada le fue negada, ya su música no ejercía influencia en ese lugar y tuvo que volver con las manos vacías al mundo de los hombres.
Desde entonces Orfeo vagó por costas y desiertos desgarrando su alma con tonadas tristes en la más profunda soledad, deseando el día de su muerte para volver a encontrarse con la mujer que tanto amó.


La increíble vida de Perséfone, la diosa de la Primavera y el Inframundo




Perséfone, quien según la Mitología Griega fue hija de Zeus y Deméter, era principalmente asociada con la temporada primaveral y la fertilidad de las tierras, además de ser considerada también reina del Inframundo debido a su secuestro realizado por el mismísimo Hades.
En un principio la vida de esta diosa era considerablemente pacífica y llena de felicidad, pues vivía con su madre Deméter (diosa de la agricultura), alejadas de todos los demás dioses y se dedicaban al cultivo de plantas y al cuidado del reino vegetal en general.




Pero la paz en su vida no duró mucho tiempo:
La leyenda sobre esta hermosa doncella cuenta que un día, acompañada de algunas ninfas, Perséfone se encontraba recolectando y contemplando flores por un campo en Enna, de una forma bastante pura e inocente. Según los relatos épicos en ese preciso momento el suelo comenzó a resquebrajarse, anunciando la presencia y del dios del Tártaro, Hades. 

El motivo de su llegada era claro y se dio a conocer al instante, Perséfone…



Escultura que ilustra el rapto de Perséfone

El comienzo de su tragedia…
Hades, sin explicación o presentación alguna, tomó a la diosa de la primavera y la raptó para llevarla consigo hasta las profundidades del Inframundo, en complicidad y con la ayuda del mismo padre de esta, Zeus, haciendo que se convirtiera ahora en la nueva diosa del Inframundo.

Las ninfas que acompañaban a Perséfone observaron todo lo sucedido, se cree que de una manera escéptica y ciertamente desprendida sin intervenir de forma alguna, por lo cual fueron castigadas siendo convertidas en sirenas. A raíz de este angustiable hecho, la vida en La Tierra quedó ‘paralizada’ mientras que la desolada Deméter buscaba por todas partes a su hija perdida.




Mientras pasaba el tiempo, la madre de Perséfone seguía en su busqueda, lamentablemente sin éxito y al mismo tiempo, La Tierra iba padeciendo y volviéndose estéril poco a poco. 

En algunas versiones, la diosa de la agricultura prohibía a la tierra dar frutos, en otras se dice que simplemente estaba tan ocupada buscando a Perséfone que no se ocupaba de ella, y en algunas otras la profundidad de su desesperación hacía que nada creciera.

Al Zeus ver esta gran agonía que sufría La Tierra, decide intervenir enviando a Hermes al Inframundo para recuperarla y así devolverle la tranquilidad a su madre, pero esto ya no era posible pues la diosa de la primavera había comido algunas semillas de granada mientras estuvo en el Infierno, no se sabe si por voluntad propia o tentada por Hades.

El problema era que un bocado de cualquier producto del Tártaro implicaba quedar encadenado a él para siempre.



                                                                Escultura de Perséfone

¿Qué sería de La Tierra sin Perséfone?
Buscando una solución, Zeus tuvo que hacer un trato su hermano, el cual consistía en que Perséfone pasara parte del año en La Tierra junto a su madre Deméter y la otra parte, en el Infierno junto a Hades.

El trato se aceptó y así fue desde entonces, cada vez que las diosas estaban juntas, la tierra florecía de vegetación (meses de primavera y verano), pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía a los infiernos, la tierra se convertía de nuevo en un territorio frío, desolado y estéril (invierno y otoño).




La asociación de Perséfone y de la primavera es prácticamente imposible de desunir en la creencia de los antiguos griegos y además, la responsabilizaban a ella del inicio de esta época del año, una estación que está asociada especialmente a la alegría porque es justamente durante su desarrollo en donde las flores crecen, y las mariposas vuelan por todos los campos.
Esta leyenda aunque represente las estaciones del año y sea de cierta forma el origen de la primavera para esta mitología, nos relata la trágica vida -real o no- que tuvo que experimentar esta inocente diosa viviendo ligada para siempre a los viajes entre el Infierno y La Tierra.
Con información de Diario Culturizando:


Como siempre, he incluido estas reflexiones en mi blog https://historiasdellean.blogspot.com/:

No dejéis que nadie os estropee el fin de semana
Un cordial saludo
Álvaro Ballesteros















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